Allí llegó hace un mes para preparar y disputar la primera manga de la Copa del Mundo, en Mooloolaba. Una cita que se disputó en el momento en que explotó la crisis en nuestro país. Tras ello, se canceló la siguiente cita que tenía programada la mallorquina, en New Plymouth (Nueva Zelanda). Ante la compleja situación en Mallorca y el resto del país, Xisca y su pareja optaron por continuar en nuestras Antípodas, donde las restricciones distan años luz de las de España. No en vano, puede entrenar a pie, nadando o en bicicleta en lugares como Mooloolaba o Cotton Tree Beach, aunque sin un objetivo a corto o medio plazo, pues la Federación Internacional de Triatlón ha cancelado todas las competiciones hasta el próximo 30 de junio.
«Teníamos la vuelta para el 29 de marzo, pero corremos el peligro de que nos cancelen las escalas, y antes de quedarnos tirados en Doha, Singapur o en según qué aeropuerto, haremos días aquí hasta que todo se normalice», explica la ex campeona de España de triatlón, de 27 años de edad, desde Australia.
«Sabemos de gente que ha estado hasta cinco días tirada en aeropuertos, pero como aquí podemos salir a entrenar, pese a que hay restricciones, y tenemos casa y estamos tranquilos, pues intentaremos seguir», añade la artanenca, que espera que «todo se arregle en Mallorca y en España cuanto antes, y que tengamos salud… Ahora mismo es lo más importante».
Tiene claro la triatleta internacional mallorquina que «como mínimo, habrá que alargar la estancia una semana más. A ver si la próxima hay suerte...», desea. Tous tiene previsto contactar con el Consejo Superior de Deportes (CSD) y con el Govern Balear para intentar encontrar una salida, pues desde la Embajada en Australia no se les dan respuestas convincentes. «Saben de nuestra situación, pero no nos han dicho nada más. La única solución que nos dan es sacar un billete, volviendo a pagar, pero hasta Madrid o Barcelona… Y es difícil salir de aquí», lamenta Xisca.
Tanto la triatleta como su pareja comparten este exilio forzado en la otra punta del planeta compartiendo casa con otros tres deportistas de Ecuador, «que están igual que nosotros… Sin saber cuándo volverán a su país».
Xisca agradece las muestras de apoyo y los mensajes que recibe desde su Mallorca natal, y también el soporte de sus patrocinadores. Pese a ello, intenta desconectar aprovechando el tiempo para entrenar, «aunque no sirve de mucho, pues todo está aplazado y no hay competiciones», aunque, por encima de todo, la único que pide «es salud. Eso, en este momento tan duro, es lo más importante», apostilla la triatleta mallorquina.
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