Alberto Contador muestra su dorsal para la Mallorca 312 en el Hotel Viva Blue. | Jaume Morey

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Pese a haber colgado la bicicleta como profesional, la vida de Alberto Contador Velasco (Pinto, Madrid, 1982) no puede entenderse lejos del ciclismo. Comentarista en Eurosport y vinculado a otras facetas de este deporte al frente de la marca Aurum, del equipo Eolo Kometa y de la Fundación a la que da nombre, el único español poseedor de la triple corona (Tour, Giro y Vuelta) regresa a la Mallorca 312 para afrontar este domingo un reto que le motiva. Alberto Contador celebra la consolidación de la marcha de referencia en la Isla y repasa con Ultima Hora la actualidad del pelotón.

Una vez que se conoce, resulta difícil rechazar la invitación para participar en la Mallorca 312...
— Es la prueba de gran fondo que más me ha impresionado. Y mira que he estado en bastantes. El ambiente que se vive aquí no lo he visto en ninguna otra, y eso es una de sus señas de identidad. Además, esos 312 kilómetros son para muchos un reto personal que la mayoría de gente no ha logrado completar en su vida. Y conseguirlo es algo que te llena.

¿Son este tipo de marcha una ocasión para fidelizar o hacer más afición al ciclismo?
— Sin duda. Ayudan a hacer afición. Entre los participantes y los que la siguen y la organizan. El tener tres distancias permite que la gente se pueda amoldar a la que mejor le va en ese momento. Y tiene dureza, pero bien preparada se puede afrontar en buenas condiciones y disfrutándola.

Ha dejado atrás la dura vida de ciclista profesional, pero Alberto Contador tiene muchos frentes abiertos en su nueva vida.
— No me aburro. Soy bastante activo, pues al final, siempre he tenido una agenda cargada, con proyectos, desafíos e ideas en marcha. Quería continuar así para mantener motivaciones. Y, por ejemplo, poder estar en televisión, me permite estar en contacto con el pelotón, de la misma manera que gracias a la marca Aurum y al equipo Eolo Kometa. Todo va unido a mi pasión.

¿Estamos ante uno de los mejores momentos del ciclismo mundial en los últimos años?
— El ciclismo vive uno de sus mejores momentos. Estamos ante una generación de oro. Más allá de las carreras de tres semanas, hay clasicómanos que salen a ganar en cada competición. Luego vas al Tour y ves a un Pogacar muy fuerte, pero también a gente capaz de poder plantarle cara y ganarle. Pero es que, en cualquier carrera o etapa, ves siempre ambición. Siempre ves a grandes nombres luchando por la victoria. Y eso también está ayudando a que el ciclismo tenga más repercusión y afición.

¿Cree que tenemos Tadej Pogacar para rato?
— Domina el Tour y es el hombre a batir, más viendo lo que hizo el año pasado. Pero cada edición es diferente y hay competencia. Roglic, por ejemplo, ha tenido problemas y veremos cómo está en 2022. Pero veo a Pogacar fuerte, con margen de crecimiento y reforzado por los resultados, mostrando un nivel espectacular cuando se propone ganar.

Tras volver al podio de La Vuelta este año ¿cómo observa la evolución de Enric Mas?
— Se ha visto que es un corredor con una gran capacidad de recuperación y sabe bien lo que es hacer podio en una prueba de tres semanas, además de ser Top 10 en el Tour. Enric tiene que seguir dando pasos y adaptarse a pelear cara a cara con una generación de gente más joven y combativa. Hay mucha presión sobre él, pero también se la metemos a los que vienen por detrás y debemos ser pacientes.

¿Le ve ganando una ‘grande'?
— Tengo muchas esperanzas de que sí, es un potencial ganador. ¿Cuándo? Eso lo dirá el tiempo, pero calidad para pelearlo, Enric la tiene y nos lo ha demostrado.

¿Hay motivos para preocuparse tras cerrar este ejercicio sin victorias de etapa españolas en Tour, Giro y Vuelta?
— Son cosas que pasan y, en este caso, ha llamado la atención. Pero hay que pensar que el año que viene cambiará. Por cosas así, hay que trabajar y apostar por la base, como lo hacemos en la Fundación Alberto Contador.

Hablaba del gran momento de su deporte, pero ¿cómo valora el crecimiento y el impacto del ciclismo femenino?
— Está en auge. A nivel de competición y de alcance mediático. En España tenemos el caso de Mavi García, merecido dorsal 312, porque ha hecho un temporadón. Ella refleja ese paso al frente que se ha dado, en España y a nivel mundial. Que grandes equipos profesionales tengan estructura femenina y haya más y mejores carreras muestra el camino y a buen seguro motivará a las más jóvenes.