Un jovel haltera procede a realizar un levantamiento. | Pere Bota

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La halterofilia ha logrado hacerse con un espacio tras años peleando por volver a contar con una Federación Balear -recuperada en 2014- y un reconocimiento que llega en forma de resultados. Pero más allá de trabajar en el presente, se empieza a labrar de cara a un futuro en el que los más pequeños descubren un deporte que rompe barreras y estereotipos, ofreciendo una vía para que los jóvenes empiecen a descubrir una especialidad que es base o parte del entrenamiento de otros deportes.

La escuela de halterofilia del Club de Pesas Ciutat de Palma presume de toda una campeona de España Sub 15, como Érika Herrera, que a sus 13 años ha mostrado una progresión extraordinaria y ha llamado la atención más allá de las islas. Esa edad (13 años) es la que que fija como punto de partida para competir, aunque entre los diez y los trece años se puede hacer en técnica y hasta los 35 kilos.

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Un alumno de la escuela, a punto de realizar un ejercicio. Foto: Pere Bota

Toni Martínez, entrenador y presidente del Club de Pesas Ciutat de Palma, con sede en el polígono de Son Castelló, destaca de este pequeño gran grupo de futuros halteras «las ganas y la ilusión que tienen. Sabemos que no es un deporte de masas, pero ellos vienen aquí y disfrutan con lo que hacen». Rompe, además, con prejuicios recordando que la halterofilia «bien practicada y con el asesoramiento de un entrenador, ayuda a mejorar aspectos como la coordinación o la técnica», dejando claro que el levantamiento de peso no es la prioridad.

De la misma manera, recuerda que se trabajan otros puntos «como la higiene postural», una labor que se tralada a la vida real y cotidiana, especialmente en el caso de los niños. «Les ayudamos a corregir posturas que pueden generar lesiones a medio o largo plazo, con ejercicios y hábitos que se reflejan, por ejemplo, en cosas tan sencillas como la posición o la manera de llevar la mochila al colegio, o al entrenamiento, que tantas veces de habla que influye en posibles problemas de espalda», refiere Toni Martínez.

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Toni Martínez, entrenador, junto a un joven alumno de técnica. Foto: Pere Bota

De inicio, se trabaja con palos o 'picas', para más adelante pasar a barras con peso. Aquellas oscilan entre los 2 y los 10 kilos, añadiendo más adelante pesas para reforzar el trabajo. «Pero lo primero es la técnica, que aprendan bien las posiciones», añade el técnico, que a partir de seis años recomienda esta práctica «siempre con entrenadores titulados y con formación, que sepan realmente cómo guiar a estos niños en los inicios».

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Un joven haltera del Club de Pesas Ciutat de Palma, en pleno ejercicio. Foto: Pere Bota

Además de la técnica para proceder más adelante a la arrancada o los dos tiempos, se pulen otros aspectos como la movilidad de caderas, «un calentamiento adecuado, que se hace siempre y es fundamental», unido a estiramientos, ejercicios auxiliares y de abdominales. «Hay que trabajar las zonas sobre las que más se carga posteriormente, pues evitar lesiones es lo primero. Venimos a hacer deporte y disfrutarlo», relata el preparador del Club de Pesas Ciutat de Palma, que cuenta con un pequeño grupo de jóvenes 'forzudos' que han elegido la halterofilia para introducirse en el mundo del deporte, o como una actividad más dentro de las muchas que ofrece hoy el panorama polideportivo.