Jonas Vingegaard celebra su victoria de etapa en la Tirreno Adriático que le ha permitido auparse al liderato este viernes. | ROBERTO BETTINI

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El danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), el mejor ciclista de toda esta Tirreno Adriático, favorito absoluto para el triunfo final, rompió la 'carrera de los dos mares' con una exhibición impecable en esta quinta etapa, una victoria incontestable que se preparó a falta de 29 kilómetros de la meta con una escapada que nadie pudo aguantar. El mallorquín Enric Mas entró en la posición 19 dejándose dos minutos y 52 segundos, lo que le coloca en el puesto 16 de la general a tres minutos y 18 segundos del líder de la carrera, que tiene al segundo clasificado Juan Ayuso a 54 segundos

Vingegaard esperó el momento justo. Cinco etapas discretas, dejando el protagonismo a otros. Pero cuando llegó el momento de los 'gallos' en un recorrido de 144 km con una subida de 12 km al 6,2% de pendiente media, apareció el mayor de todos ellos con una exhibición de superioridad intratable. Un golpe demasiado duro para la general, que ve cómo el danés acaricia el tridente.

Se lo cocinó a fuego lento junto con su equipo, que le preparó subiendo el ritmo, y no falló en el día clave entre Torricella Sicura y Valle Castellana, en la región italiana de los Abruzos, para completar su quinta victoria de la temporada.

Arrebató el danés el liderato al italiano Joantan Milan (Lidl-Trek), vencedor de la etapa precedente que sufrió mucho en esta, y se hizo con la 'Maglia Azzurra' que el español Juan Ayuso portó desde el martes hasta el jueves. La perla del UAE finalizó primero en el primer grupo perseguidor de Vingegaard, que paró el crono tras 3 horas y 28 minutos. Ayuso lo hizo a poco más de 1 minuto, en la segunda plaza, y se coloca segundo en la general, a 54 segundos.

Se supo desde el inicio que no iba a ser un día de sorpresas, que la victoria iba a estar detrás. Y es que la fuga en esta etapa llegó a tener solo una ventaja máxima de poco más de 2 minutos, casi irrelevante viendo el resto de etapas. Lo intentaron los italianos Alessandro de Marchi (Jayco-AIUIa), Andrea Vendrame (Decathlon AG2R LMT) y Filippo Ganna (INEOS); los australianos Simon Clarke (Israel Premier Tech) y Damien Howson (Q36.5 Pro Cycling); y el español Iván García Cortina (Movistar).

Siempre seguidos muy de cerca, a menos de 30 segundos, del italiano Niccolò Bonifazio (Corratec), el francés Clément Davy (Groupama), y los daneses Kasper Asgree (Sudal Quick-Step) y Magnus Cort Nielsen (Uno-X), que de hecho dieron caza al primer grupo escapado con cierta facilidad.

La fuga encaró el primer puerto con apenas 1 minuto a 90 km de la meta. El pelotón estaba encima, fresco. Solo el italiano Joantan Milan se descolgó, con evidentes problemas físicos para seguir el ritmo.

Pero cuando llegó el pasaje clave de la etapa, adiós fuga. Casi 12 km al 6,2% de media San Giacomo, el puerto grande de la etapa. A casi 30 km de la meta, el Team Visma subió el ritmo preparando el terreno a su mejor baza y disipó cualqueir atisbo de sorpresa.

Atacó Vingegaard a falta de 29 km, una nueva clase magistral. Miró atrás solo una vez, no le hizo falta más. Se supo ganador, se supo sin rival. Coronó San Giacomo a 1 minuto del grupo perseguidor y no cedió ni siquiera en la bajada. Mientras, Ayuso se valió del mexicano Isaac del Toro para mantener el ritmo con el australiano Jai Hindley (Bora), que intentó irse en solitario sin éxito.

Para Vingegaard las cosas se mantuvieron idénticas. Fue un paseo sin compañía. Concentrado, el danés amplió su ventaja en los últimos 10 km hasta el minuto y 10 segundos. Entró con los brazos en altos en solitario. Un golpe sobre la mesa en la general, en la que se coloca en lo más alto con 54 segundos de ventaja sobre Ayuso.

Este sábado llega la etapa más dura de la edición, con un ascenso de 10,1 km con una pendiente media del 8,1% pero que puede llegar al 12%. Vingegaard lo puede dejar sentenciado.