Panda Riad.

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Los participantes mallorquines de la Panda Raid 24 acaban de regresar a Mallorca, tras dos semanas de trepidante aventura en el desierto de Marruecos. El pasado día 29 de febrero, ocho equipos de Mallorca y dos de Ibiza partieron en barco en dirección a Denia para desde allí dirigirse a Almería y cruzar el Estrecho en dirección a Nador y al sur del país magrebí.

«Hemos disfrutado en esta edición, que ya es la 16, pero ha sido una prueba de resistencia dura en un terreno muy malo, con constantes saltos en la arena», indica Jaume Cerdà, uno de los participantes mallorquines. Los coches han cubierto unos 300 kilómetros diarios, sumando hasta un total de 2.000 en pleno desierto, en un total de nueve etapas.

Grupo de baleares en la Panda Riad. FOTO: Panda Riad

Como apoyo logístico solamente han contado con un camión que agotó los repuestos, especialmente amortiguadores y soportes del motor, ya que allí no se encuentra nada, aparte de la asistencia de 25 mecánicos marroquíes, indica Cerdà. Algunos participantes de la Península, con notable presencia de italianos entre los 470 inscritos, rompieron el motor o el embrague, pero los de Baleares, asegura, llegaron todos con su vehículo, que era el objetivo primordial.

Una vez establecidos en el terreno, montaron tiendas de campaña y sacos de dormir en el desierto. Los coches, todos con tracción 4X4, han ido equipados con filtros de repuesto para la arena y tubos snorkel, además de localizador GPS por seguridad en caso de avería. El regreso fue por Tánger y Algeciras, sumando en total de 3.500 kilómetros entre el desplazamiento por la Península y el itinerario escogido para esta trepidante Panda Raid 24. Toda una aventura de resistencia al volante y un reto con plena satisfacción para los equipos de Baleares.