Fueron once días de deporte en estado puro, en los que se movilizaron más de 17.000 personas (hubo 17.427 acreditados), con 6.024 deportistas y técnicos, 697 periodistas (487 españoles, 88 del resto de Europa, 73 de Asia, 16 de África y 33 de América y Oceanía), 4.410 voluntarios y 4.654 personas que integraron el equipo humano del evento, el mayor en el ámbito deportivo que ha acogido Baleares a lo largo de su historia. A ello se sumaron 587 profesionales médicos y más de 6.000 personas dedicadas a los servicios de transporte, que trasladaron a más de 7.000 personas diariamente entre las sedes y sus respectivos alojamientos.
Estos Juegos del deporte universitario reunieron al grueso de las modalidades del programa olímpico. Atletismo, vela, baloncesto, voleibol, fútbol, tenis, esgrima, gimnasia artística, judo, waterpolo, saltos... Todas ellas en sedes centralizadas en Palma, pero también repartidas en otros municipios como Inca, Calvià o Andratx. El Village se ubicó en Magaluf, próximo a los hoteles que ejercieron como residencia de deportistas, técnicos y jueces, y el Poble Espanyol ejerció como Centro Internacional de Prensa.
El evento tuvo un coste total, oficial, de 15.176 millones de pesetas, con un incremento de 3.000 millones respecto al presupuesto previo, y en su ceremonia de inauguración, en el primer acto del nuevo estadio de Son Moix, que estrenó la eliminada pista de atletismo, aquel 3 de julio de 1999 contó con la presencia del presidente del COI, Juan Antonio Samaranch; el presidente de la FUSI, Primo Nebiolo, y las principales autoridades isleñas, además de los por entonces Duques de Lugo, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, en representación de la Casa Real.
De esa Universiada queda el legado a nivel de instalaciones (Son Moix, Son Hugo, nuevos campos de césped artificial, polideportivo de la UIB...) además de la reciente liquidación de la Fundación Juegos Mundiales Universitarios Palma 1999, integrada por el Consejo Superior de Deportes, el Govern y el Ajuntament de Palma, que en el momento de la Universiada tenía como alcalde a Joan Fageda, y que echó el cierre en octubre de 2022.
Siulo fue la mascota de un evento que paseó la antorcha por la Isla hasta que el futbolista Miquel Àngel Nadal apareció por la puerta de maratón del estadio de Son Moix para lanzarla a un pebetero de la mano de un grupo de honderos, a semejanza del arquero Antonio Rebollo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
El medallero dejó a Estados Unidos al frente, con 63 metales (30 oros, 18 platas y 15 bronces), por delante de Rusia (43 medallas: 14-18-11) y Japón (42: 7-7-13). España fue cuarta, con 27 medallas, logrando 7 oros, 7 platas y 13 bronces, en su mejor actuación histórica en un evento que, por una vez, puso en primera línea al siempre olvidado deporte universitario español.
El estadio de Son Moix acogió las ceremonias de inauguración y clausura, además de las competiciones de atletismo. El fútbol vivió su final en el viejo Luis Sitjar, con partidos en Germans Escalas, Santa Ponça o Sant Ferran. Calvià, Inca, Andratx, Germans Escalas y el Palau de Son Moix acogieron los torneos de baloncesto masculino y femenino y las dos últimas, junto a la UIB, los de voleibol.
Las renovadas piscinas de Son Hugo fueron escenario de los deportes acuáticos (natación, waterpolo y saltos), además de la piscina de waterpolo de la UIB. La desaparecida -se incendió meses después- sala del hoy CTEIB albergó la gimnasia artística y el que fuera recinto ferial de Palma, en el Nou Llevant, la esgrima. Calanova fue la sede de la vela y Palmanova recibió a los tenistas.
Un cuarto de siglo después, el recuerdo de quienes la vivieron sigue vivo, aunque su impacto a nivel promocional quedó lejos de otros eventos deportivos. Aunque la Universiada dejó una huella patrimonial y sentimental que vale la pena recordar.
6 comentarios
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Fue la verdadera época dorada de la corrupción. Alguno se forró, y sin hacer ruido, desapareció de la escena política. Los que vinieron después, Matas Munar Cardona etc, meros aficionados.
Sa poca importància que té una universiada es que ningú recorda on es va celebrar la seguent.
La mayor y más cara patochada jamas celebrada, una competición tipo solteros contra casados que nos vendieron como un evento de repercusión internacional. Los conocían en su casa a la hora de comer, el día que tocaba caliente.
Y de las irregularidades no hablamos ?
Universiada con la que nos vendieron que iban a lanzar al atletismo balear y hacer de Son Moix un referente en pruebas atléticas. Por eso la inversión en un estadio de atletismo. Es estadio que pagamos entre todos y que poco a poco nos lo han quitado. Primero con la excusa del estado lamentable del Lluis Sitjar, Despues quitando la pista de atletismo Por último convirtiendolo en un estadio de futbol que al club le ha salido mucho más barato que si se lo hubiese construido por sus medios. Un estadio de atletismo mal vendido al futbol. Y lo más ridículo es que ahora hay un proyecto de contrucción de unas nuevas pistas de atletismo junto detrás del estadio.
Recuerdo que participé como voluntario. Allí inauguramos el Estadi Son Moix actual campo de fútbol del Real Mallorca.