Jornada espectacular en el Parc de la Mar. | ©Laura G Guerra

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El español Carlos Arévalo y la portuguesa Teresa Portela se alzaron hoy con la victoria en el primer Trofeo Ciutat de Palma de Piragüismo, tras una emocionante jornada de competición en el Parc de la Mar, a los pies de la Catedral de Mallorca. La prueba, que ofreció un magnífico despliegue de técnica y velocidad, marca un antes y un después en la concepción de este deporte, gracias a un innovador formato de regata de 300 metros. Con salida y llegada en el mismo punto, y una maniobra de ciaboga obligada en el ecuador del recorrido, este nuevo esquema brindó un espectáculo inédito.

El Ciutat de Palma de Piragüismo, organizado por el Real Club Náutico de Palma (RCNP), debutó con un éxito rotundo, congregando a miles de ciudadanos que se acercaron al Parc de la Mar aprovechando la jornada festiva. La prueba reunió en su edición inaugural a la élite mundial, con un impresionante palmarés que incluyó 30 medallas olímpicas y más de 380 podios internacionales. El evento coincidió, además, con el cuadragésimo aniversario de la inauguración del Parc de la Mar, cuyo lago artificial se reveló como el escenario perfecto para celebrar esta jornada histórica, rememorando aquel 12 de octubre de 1984 en que este emblemático espacio de la capital balear abrió sus puertas al público.

En las regatas clasificatorias, disputadas entre las

Un espectáculo a los pies de la Catedral de Palma
Podio absoluto masculino.

9:00 y las 11:40 horas, se vivieron sorpresas inesperadas con la eliminación de dos de los grandes favoritos en categoría masculina: Saúl Craviotto, referente absoluto del piragüismo español con seis medallas olímpicas, y Rodrigo Germade, doble medallista olímpico.

Las previas de la categoría Élite dieron paso a las regatas de juveniles, en las que se citaron piragüistas de base de los principales clubes náutico Baleares. Estas competiciones se prolongaron hasta las 15.30 horas. Los premiados recibieron los trofeos de manos de algunos de sus ídolos, que a continuación se prepararon para, desde las 16.30 y hasta las 18.30 horas, disputar las semifinales y la gran final del Trofeo Ciutat de Palma.

Las condiciones meterológicas se aliaron con la organización. El cielo estuvo despejado durante toda la jornada y sólo al inicio de la competición, a primera hora de la mañana, el viento levantó algo de ola. Por la tarde, una vez cribados los semifinalistas, las condiciones fueron las propias de una pista de aguas tranquilas. El pase a la prueba definitiva se decidió en regatas de tres piragüistas, en las que sólo el tercer clasificado quedaba descartado. El triple medallista olímpico Marcus Cooper fue uno de ellos y tuvo que conformarse con un puesto en la final B de consolación.

Se clasificaron ocho deportistas para cada final (masculina y femenina). La emoción fue absoluta en ambas categorías. La maniobra de ciaboga provocó algunas colisiones y marcó el destino de los velocistas. Teresa Portela, seguida en el podio por la alemana Jule Hake y la danesa Frederikke Mathiesen, se mostró muy satisfecha con su actuación y la relativa facilidad de su victoria: «Fue divertido, porque no teníamos claro cómo íbamos hacer la táctica. No tuve problemas en la ciaboga y no me puedo quejar. No me esperaba ganar, pero al final ha sido algo natural».

La incertidumbre marcó la final masculina, que se decidió por escasa distancia. El español Enrique Adán, que había cruzado la línea de meta en primera posición, fue penalizado por un fuera de línea en la salida, lo que aupó a Carlos Arévalo al primer puesto, con el mallorquín Álex Graneri en segunda posición y el alemán Jacob Schopf como tercer clasificado. Arévalo explicó que la regata fue «muy dura y muy reñida», y que salió beneficiado de una colisión en la ciaboga: «Entonces vi que estaba enfilado recto a la línea de llegada, pensé que el esprint final era mi momento y fui a por ello».

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Centenares de personas se congregaron a los pies de la Catedral.

Manuel Fraga, director del RCNP, se mostró eufórico con la acogida, tanto deportiva como de público, y confió en que el Ciutat de Palma se consolide como una prueba internacional de referencia. «Hemos puesto el listón muy alto, pero eso nos inspira y nos motiva. El Parc de la Mar ha demostrado hoy que es un lago magnífico para la práctica del piragüismo. Ha hecho falta arriesgar y ser imaginativos para adaptar el formato de competición a las características de la pista, pero está claró que hemos acertado», aseguró Fraga, quien subrayó el «compromiso» del RCNP con el deporte de base y de alto nivel, así como con la ciudad: «Al final de este año habremos acogido dos mundiales y un europeo de vela, además de nuestros grandes eventos anuales y este Ciutat de Palma. El trabajo de nuestro club es incomparable e insustituible».