Así, junto a la francesa Sasha Laniece ha creado la primera escudería femenina de vela oceánica: 'Les Déferlantes'. Ambas compitieron durante años en la clase Mini 6.50, compartiendo la inquietud por la necesidad de dar oportunidades a las jóvenes regatistas que quieren seguir sus pasos e impulsar su presencia en el mundo de la vela en un campo tan exigente como el que les ha visto crecer a las impulsoras de esta iniciativa.
Se apoyan para lanzar este proyecto en unos números que invitan a la reflexión y a dar un paso al frente. Por ejemplo, en las competiciones de vela offshore apenas una de cada diez participantes es mujer; en la Mini Transat 6.5 de 2023, un 16'7% de los participantes formó la cuota femenina y en la Transat Jacques Vabre descendió al 9'4%, quedándose en un 5'1% en la Ruta del Ron. A escala nacional, el 23% de las licencias federativas de vela pertenecen a mujeres, como muestras y argumentario para arrancar con 'Les Déferlantes'.
Para conducir o mostrar el camino hacia la vela oceánica a las mujeres, la escudería que lideran Bauzá y Laniece cuenta con dos programas principales. Por un lado, un Equipo Performance (Class 40), con el que Aina y Sasha competirán en las regatas de ese circuito (que reúne a embarcaciones de 12 metros), con la Transat Jacques Vabre 2025 en el horizonte, siendo el paso siguente a la clase Mini 6'5 y como antesala del Imoca 60.
El segundo peldaño se sitúa en el Programa Mini Performance (Mini 6.50), en el que se seleccionarán a jóvenes regatistas para competir en la Mini Transat 2027. Estos son los primeros pasos de cara al gran objetivo, que no es otro que competir en la Vendée Globe de 2032, la vuelta al mundo en solitario y sin escalas -cuya edición de 2024 empieza en unos días-, siendo la mallorquina la primera española en tomar parte en la dura prueba, una de las más exigentes del planeta.
En su línea de formación la escudería 'Les Déferlantes' lanzará las European Women Sailing Tour, una gira de 15 escalas en puertos de las principales ciudades costeras de Europa, con el objetivo de animar a más de 3.000 niñas de educación secundaria y mostrarles que se pueden conseguir estas metas y formarse profesionalmente en el campo de la vela.
Para desarrollar este proyecto, la escudería busca apoyos y patrocinadores con los que ir dando pasos en un periodo que se estima será de tres años, cuando se podrán empezar a recoger los primeros frutos de esta iniciativa en la que Aina Bauzá ha depositado sus esperanzas tras hacer historia al bordo del 'Redó by Ànima Negra' cruzando el Océano Atlántico, siguiendo los pasos, quién sabe, del legendario Javier Sansó, único mallorquín participante en la Vendée Globe y uno de los pocos españoles que han tomado la salida en dos ediciones.
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