Imagen de José Tirado durante la entrevista. | Jaume Morey

TW
2

El Illes Balears Palma Futsal sigue reescribiendo su propia historia. Una leyenda construida a base de esfuerzo y trabajo. De ilusión y cariño. De una entrega absoluta y de una pasión a unos colores. Y José Antonio Tirado Tallón (12-02-1977, Palma) es su principal arquitecto. Dedicado en cuerpo y alma a la entidad, el pasado fin de semana se cumplió uno de sus sueños, otro más, cuando el Palma Futsal fue nombrado como mejor club masculino del mundo en los FutsalPlanet Awards 2023. Como si hubiera ganado el cuarto título tras las dos Champions y la Intercontinental conquistadas en un año de ensueño. Con la satisfacción del deber cumplido y desde el despacho de siempre, el director general del Palma atiende a Ultima Hora para abrir la carpeta de agradecimientos tras obtener el reconomiento del Planeta Futsal.

El club que fundó Miquel Jaume con cuatro amigos en Manacor ha sido elegido el mejor club del mundo. ¿Qué supone este reconocimiento?
En la vida tienes que tener ilusiones y sobre todo retos. Cuando hace 26 años empezaba este sueño, el objetivo de Miquel era crecer y mejorar y cuando tienes eso en mente, pues tienes que ir escalando. Cuando entré en la entidad nos marcamos el objetivo de crecer y no tanto de lograr títulos. Es cierto que en la última década siempre decíamos que nuestro objetivo era ser el mejor club del mundo, que no tiene por qué ser el que más títulos tiene. Para mí era un reto personal conseguir este reconocimiento. El Palma Futsal hoy es una referencia a nivel mundial por su manera de difundir el fútbol sala, por su apartado social, por su filosofía y metodología a la hora de sacar el máximo rendimiento a los jugadores. Todo esto ha provocado, y los títulos han ayudado, para que este club sea hoy el mejor del mundo.

Con este reconocimiento se premia la labor y el esfuerzo de tantos años.
Es un reconocimiento a toda esta gente que ha trabajado en estos 26 años. A cualquier directivo, empleado, jugador que ha estado con nosotros. Es el trabajo de hormiga de mucha gente que ha aportado su ilusión y su esfuerzo diario para lograr este crecimiento. Aquí en Mallorca tenemos un reconocimiento brutal, pero a veces no le damos el valor que tiene. Hay muchos clubes que vienen para ver nuestro método de trabajo y eso habría que darle el valor que se merece y que a nivel mundial nos lo están dando.

¿En qué ha cambiado el club cuando usted entró en la entidad y cómo es en la actualidad?
Por una parte ha cambiado muchísimo y por otra no ha cambiado nada. Lo sigue dirigiendo la misma gente y eso es muy extraño, porque seguimos con la misma forma de pensar, la misma ilusión y prácticamente los mismos empleados, aunque se han ido subiendo al tren, como yo por ejemplo, que llevo más de veinte años. El club ha crecido pero la filosofía se mantiene. Donde antes había un trabajador para todo ahora somos ocho; antes había 300 socios ahora somos 3.500; el presupuesto se ha doblado, etcétera. Hemos cambiado en muchas cosas, pero mantenemos la esencia y tenemos los mismos valores que el primer día. Seguimos dando el mismo valor al euro que entra en la entidad. Trabajamos cada día para ser más solventes y para tener más estabilidad. El objetivo del club es que esto dure 30 años más y no ganar un título mañana y ya veremos qué pasa al día siguiente. Tenemos un club saneado y estructurado. No vamos a perder la cabeza aunque ganemos la tercera Champions. Ganamos la primera y se fueron siete jugadores; ganamos la segunda y se fueron cinco... Ahora tenemos un equipo muy joven que nos llena de ilusión para seguir trabajando. Tenemos la posibilidad de ganar la Copa Intercontinental en casa, en el Palau, que es algo histórico para el deporte balear.

Rebobinando un poco en la historia reciente, este club ha tenido que perder mucho para ganar títulos.
Así es. Hemos muerto en la orilla muchas veces, pero nos hemos levantado a lo grande. No sé si el premio tenía que ser tanto como ha sido, pero cuando tu trabajas con esa ilusión a veces suceden cosas maravillosas como ha sido ganar dos Champions seguidas.

Una curiosidad: ¿Nunca ha recibido interés por parte de algún grupo empresarial para adquirir el Palma Futsal?
Bueno, a veces ha habido interés, sobre todo tras el fallecimiento de Miquel Jaume, pero este club es diferente y la gente de aquí está muy ilusionada. Muchos clubes cambian de propietario, de directiva, pero nosotros no abrimos la puerta a posibles ventas. A día de hoy nuestro objetivo es seguir, pero a largo plazo nunca se sabe porque no hay nadie eterno. El dinero es muy importante, pero ser feliz lo es más.

Antonio Vadillo ha decidido quedarse renunciando a una importante oferta del Benfica portugués.
Así es. Y le agradezco que haya decidido seguir porque nosotros no teníamos posibilidades, pero él ha decidido seguir. Vadillo ha demostrado al mundo en tan solo seis años que llevamos como entrenador su calidad y se ha ganado a pulso esas ofertas. El binomio Vadillo-Palma y la mentalidad del club ha marcado las diferencia. Los dos venimos de muy abajo, sabemos lo que nos ha costado llegar y estamos viviendo un sueño. Podemos diseñar como nosotros pensamos y creemos. Tenemos muy claro donde vamos y qué queremos. Vamos todos de la mano. Hay clubes con muchos más medios pero hemos demostrado que el dinero no lo es todo. Hemos creado un modelo diferente de gestión, deportivo y social.

Una de las claves del éxito es la regeneración del vestuario año tras año.
Calculo que se habrán ido unos treinta jugadores y cada temporada nos reinventamos para seguir peleando por todo. Al final tenemos la capacidad de formar a jugadores que parecen que llevan toda la vida. Y eso es especial.