En algo menos de dos años, el Mallorca ha seducido a todo tipo de personajes que buscaban en el club balear una plataforma de lanzamiento desde la que obtener beneficios personales. El encargado de abrir la veda fue Paul Davidson, aunque lamentablemente la cosa no quedó ahí. Tras el británico desfilaron Carlos González o Javier Martí Asensio, que en unos cuantos meses dejaron un herencia que a día de hoy se sigue sufriendo en los despachos de Son Moix. Entre la nómina de interesados en asumir el control accionarial de la SAD isleña, sólo Llorenç Serra Ferrer y Freddy Shepherd transmitían credibilidad a través de sus proyectos, aunque ni uno ni otro, por diferentes razones, llegaron a desembarcar sobre el puente de mando. Y al margen del empresario británico, que desapareció definitivamente del mapa tras enterrar sus pretensiones futbolísticas, sólo el pobler sigue conservando la solvencia necesaria para intentar su regreso algún día. Es el único cisne en el museo de los horrores bermellón.
Un cisne en el museo de los horrores
En casi dos años, el proceso de venta del Mallora ha atraído a todo tipo de personajes
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3 comentarios
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Quin desastre! Ni ha per fer un llibre...
Tengo que lanzar una lanza a favor de Paul Davinson ya que Grande le vendia las acciones por 38 millones de Euros, cuando se ha demostrado que un año después, las compró Alemany por 1 millón 500 mil euros. Si ha Davison le hubieran pedido 10 millones las hubiera comprado, igual que las hubiera comprado Shepard.
¡¡¡ qué foto más patética!!! acabo de desayunar y se me ha revuelto el estómago.