Jaume Cladera, a la derecha de la imagen, poco antes de iniciar su intervención. | Pere Bota

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El Mallorca y sus perspectivas de futuro invadieron ayer la Universitat de les Illes Balears (UIB). El club bermellón protagonizaba un coloquio que reunió a cerca de doscientos estudiantes y en el que su presidente, Jaume Cladera, su segundo entrenador, Miquel Àngel Nadal, y uno de los jugadores más carismáticos de la primera plantilla, Pau Cendrós, expusieron su visión de la vida y entorno de la entidad en compañía de Pere Palou, Miquel Roca, Amedeo Spadaro y Luis Vegas.


En el caso de Cladera, reclamó la atención del público al referirse a los nuevos horizontes del club. El dirigente señaló entonces hacia el modelo de formación en el que se inspira el Fútbol Club Barcelona y en un intento de elogiar las buenas maneras del conjunto azulgrana arremetió también contra el Real Madrid. «De la Masía nunca saldría un futbolista como Pepe», señalaba antes de arrancar los aplausos de una parte del auditorio. «Esos malos modos (de Pepe) nunca los verán en Messi, Xavi o Iniesta, ni tampoco en defensas como Puyol o Piqué, que ocupan posiciones en las que deben cometer faltas», insistía. Sin apartarse de la línea de su discurso, el presidente rojillo recordó que uno de los retos del Mallorca pasa por «imitar el modelo de La Masía, crear una pequeña residencia en la ciudad deportiva, ampliar los equipos base y trabajar conjuntamente con los clubes de la Isla para potenciar la formación de jóvenes valores».


Nadal, por su parte, se centraba en la parcela deportiva apuntando que «hemos buscado una filosofía de juego que identifique a nuestro equipo, hemos intentado tener un juego combinativo aunque no siempre nos haya salido. Empezábamos con la incógnita de no saber cómo responderían jugadores que debutaban en Primera, pero creo que podemos considerar un éxito la temporada».


Sin embargo, la intervención mejor recibida fue la de Pau Cendrós, que le quitó peso a la figura del futbolista profesional. «No nos creemos especiales, somos muy normales y un grupo sano, todos vamos al baño y no podemos pensar que somos diferentes simplemente por jugar a fútbol», apuntaba entre sonrisas.