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Fiel a su decálogo, Michael Laudrup se mantiene sobre la misma línea. Pese a rozar la permanencia y contar con un calendario aparentemente propicio, el entrenador del Mallorca ni se plantea volver el lunes de Almería con el trabajo sin acabar. «Después de lo visto el miércoles no te puedes fiar de ningún resultado», reflexionaba ayer el técnico. «Todos miran a todos y hay que pensar en lo tuyo. Sabemos que dependemos de nosotros mismos. Con un punto ya estamos salvados, pero hay que buscar más porque con tres o cuatro más podemos quedar novenos o décimos. Si lo conseguimos habrá sido una temporada excepcional. Queremos salvarnos y una victoria sería fenomenal».

El entrenador bermellón sabe que su equipo sigue dependiendo de sí mismo para agarrarse a la categoría y pretende ir a la caza de los tres puntos tomando como referencia la segunda mitad que completó el grupo sobre la alfombra del José Rico Pérez. «Iremos a Almería a ganar con la misma mentalidad que tras el descanso frente al Hércules. Claro que hay tensión en nuestro equipo, como la hay en los otros siete, ocho o nueve rivales implicados en el descenso», apuntaba.

Laudrup tampoco tiene reparos al volver la mirada para analizar el trayecto que ha seguido el Mallorca y que ha propiciado que llegue al desenlace del torneo con las cuentas sin cuadrar. «La primera vuelta quizás fue demasiado buena por lo que somos. Si un día comes caviar, es difícil comer luego pizza. Hay que ser realista y cuando se hace el balance del equipo, entrenador o club, está en función de lo que hay que hacer en realidad. Si pones una meta demasiado arriba, llega la decepción. Pero este club y entorno tiene que saber que en los próximos años será como este. Hay siete jugadores a coste cero. Todos podemos soñar pero hay que ser realistas. Los jugadores lo son», destacaba.