Zuiverloon, Calatayud, Hemed y Cáceres posan en un tablero de ajedrez gigante en las inmediaciones del hotel de concentración. | Carlos Román

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La partida aún no ha empezado, pero el Mallorca pretende jugar con blancas. Por eso y a diferencia de lo que marcaba la tradición de las últimas temporadas, se embarca el equipo en el tramo más duro del calendario estival con cuatro incorporaciones llamadas a equilibrar los niveles de una caseta que hasta hace poco cojeaba en varios puntos del tablero. Son Juan Calatayud, Gianni Zuiverloon, Pablo Cáceres y Tomer Hemed. Son los nuevos peones al servicio de Laudrup.

Decía el técnico danés en su primera comparecencia de la pretemporada que confia en la palabra que le dio Serra Ferrer en lo referente a la construcción del grupo. Y es cierto que aún falta la torre con la que completar la línea defensiva y el rey que tapone la previsible marcha de Webó, pero el técnico cuenta ya con cuatro motivos para respirar más tranquilo. Calatayud, que se ha convertido en el gran respaldo del canterano Toni Fons, llega para sellar una portería que había quedado desprotegida tras la marcha de Lux. En cualquier caso, el malagueño recuerda en cada entrenamiento que no ha venido a Mallorca para ser suplente de Aouate. El exguardameta del Hércules aceptará ese rol, sí, pero va a ponerle las cosas difíciles a Laudrup elevando la competitividad bajo el larguero.

Zuiverloon y Cáceres aparecen para sellar las grietas de los laterales. El holandés ha sido el último en sumarse a la aventura, pero la presencia de De Guzman y el hecho de que el 'stage' se realice en Holanda le están allanando el camino a la hora de disputarle el carril diestro a Pau Cendrós. Algo parecido ocurre con el uruguayo, que no suele separarse del 'Chori' Castro. Procede de Tigre (Argentina), pero conoce los rasgos del fútbol europeo y no piensa desaprovechar la nueva oportunidad que se le presenta.

Tomer Hemed, en cambio, acude a esparcir su pólvora en un ataque todavía más desequilibrado por las dudas de Webó. El atacante israelí, que también ha elegido a un compatriota como guía (Aouate), es uno de los futbolistas que mejores vibraciones emiten en la estadía holandesa y sueña con erigirse en una de las revelaciones de la Liga.