«Cada partido es una final, ya no hay tiempo para equivocarse», manifestó el ayudante de Joaquín. «Las matemáticas empiezan ya a tener que valorarse por que ya no hay margen y porque si pierdes puntos ante un rival directo ya no hay segunda vuelta para tratar de recuperarlos», explicó Luci.
Buen resulado
«Conseguir un resultado bueno en el campo del Espanyol es lo único que nos importa», subrayó el técnico. «Nuestra obligación es ver que 22 puntos más igual no valen porque los de arriba están soltando más puntos, suman más los de abajo», explicó.
Según Martín, Mallorca y Espanyol olvidarán sus respectivas eliminaciones en la Copa del Rey (ante el Athletic Club y Mirandés, respectivamente) y afrontarán el partido pensando que están en la Liga. El conjunto catalán fue uno de los que cayó ante el equipo de moda en España y que milita en la categoría de broce de Segunda División B. Caer precisamente ante un equipo de esta categoría es, a priori, más doloroso que hacerlo contra un Primera, como le ocurrió al Mallorca. «Ellos tienen la aspiración de subir, nosotros la de tener tranquilidad que nos vayan sacando de la zona de abajo para estar en la zona tranquila. Los futbolistas cuando termina un partido de Copa que han sido eliminados desean jugar el próximo y tener objetivos nuevos. Vamos a estar muy centrados en el partido del Espanyol», precisó Luci Martín. En la convocatoria vuelven a aparecer futbolistas que no estaban en la Copa como Nsue y Ogunjimi. Sobre este último, Luci explicó que este pasado miércoles «no había porqué arriesgar habiendo otros futbolistas. En un día se recupera muchísimo y en dicha recuperación intervienen muchos factores», indicó.
Para Luci, uno de los grandes objetivos que se está cumpliendo es el de encajar pocos goles: «Si somos un equipo que encaja poco, tenemos más opciones de llevarnos los partidos», comentó.
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