Jaume Cladera y Utz Claassen han realizado declaraciones tras la reunión del Consejo de Administración del Mallorca. | Teresa Ayuga

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De un tiempo a esta parte el Mallorca anda echando el guante con excesiva facilidad a todo el que tiene cerca. Ahora se lo acaba de echar a los administradores concursales del club, José Miguel Cregenzán, Sebastià Frau y Pedro Mir, casi nada. Jaume Cladera quiere que los tres profesionales se posicionen de una vez por todas en el conflicto de Alfaro y que en lugar de remitir documentos, pasen a la acción o por el contrario no interfieran en la operación del fichaje de Alejandro Alfaro porque, en su opinión, «esta sombra de sospecha perjudica a la entidad». En una larga conferencia de prensa con muy poco contenido, Cladera informó del acuerdo que tomó el consejo de administración y que en síntesis pretende dejar al borde del acantilado a los administradores y de paso presionar a la jueza que tutela el concurso del Mallorca.

Según manifestó Cladera, los administradores han obrado de forma «incoherente» en su intervención respecto al conflicto por el fichaje de Alfaro, negando al club la posibilidad de contratar una empresa profesional externa para que audite la operación. El club califica la posible impugnación del contrato de Alfaro de «mera eventualidad» solicitando a los administradores que se «definan» respecto a si finalmente «impugnaron o no el contrato de Alfaro, ya que la situación de sospecha sobre este documento creada a raíz del informe de día 12 de diciembre es muy perjudicial para la entidad». Cabe destacar que en este informe, los administradores advierten que «no tiene ningún sentido económico» abonar una cantidad de medio millón de euros a IMPERA por unos derechos del futbolista, que posteriormente también fueron pagados al Sevilla por valor de 750.000 euros. De ahí que los administradores entiendan que «se habría pagado dos veces por el mismo objeto».

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A partir de ahí, los administraores instaron a la jueza a abrir un proceso judicial y a su vez «solicitar de inmediato del tribunal una medida cautelar de suspensión de la obligación de pago y sin perjucio de preceder todo ello con la práctica de un requerimiento notarial a IMPERA para que aportase el documento justificativo de la titularidad sobre los derechos transmitidos».

¿Qué pide el Mallorca ahora?, Cladera explicó que quiere que los administradores declaren nulo el contrato o que dejen de interferir en una cuestión que se está alargando en exceso. «Pedimos a los administradores que se definan, que insten a la nulidad o no, lo que no puede ser es estar toda la vida así con el tema de Alfaro; hay que tomar una decisión. Y acordaros que todavía no se ha pagado nada. No hay que poner un contencioso a ultranza, se trata de tramitar una demanda de arbitraje que se resolverá en tres o cuatro meses y no es recurrible», indicó Cladera.