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El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido imponer un partido de sanción a Dudu Aouate tras su expulsión del pasado fin de semana en Cornellà-El Prat. Aunque el club había tratado de amortiguar el castigo sobre el israelí a través del recurso que presentó el lunes, éste no ha prosperado y le obligará a acudir a partir de hoy al Comité de Apelación para forzar su presenciar en el encuentro del sábado frente al Betis.

Una vez más, los servicios jurídicos del Mallorca han sido incapaces de modificar los efectos de una decisión que perjudicaba claramente sus intereses. Y a pesar de que las imágenes demuestran que el colegiado gallego Iglesias Villanueva se equivocó gravemente al expulsar a Aouate (despeja el balón al borde del área ante la llegada del espanyolista Rui Fonte, pero el árbitro interpretó que se trataba de una ocasión manifiesta de gol) y al dejar al equipo en inferioridad a falta de toda la segunda parte, el Comité de Competición mantiene la tarjeta roja sobre el guardameta y su correspondiente encuentro de sanción por «infraccion de las reglas de juego determinante de expulsión».

El propio Aouate comparecía a principios de semana ante los medios para explicar su visión de la jugada y confiaba en que el recurso del club le permitiera defender la portería ante el Betis. «Lo importante es que el árbitro reconozca su error. A veces nos equivocamos nosotros y si ahora se equivocan ellos, que tomen la decisión y lo pongan en su informe», señalaba. «Toco la pelota e incluso el jugador del Espanyol me dijo 'lo siento'. Yo le dije que para nada le tenía que perdonar porque él tiene que defender a su equipo. Espero que me lo quiten», repetía a la espera de una salida que anulara su injusta expulsión. Si los movimientos del Mallorca ante Apelación tampoco prosperan Aouate tendrá que seguir el próximo partido desde la grada del Iberostar y cederle el testigo a Juan Calatayud para que se posicione bajo el larguero.