Blavet durante tres años en el monasterio de Lluc. Aprendiz de misionero otros tres, hasta que perdió la vocación y entró en la mili. Aprendiz de futbolista, jugó de extremo en el Binissalem y en el Soledad. Jaime Rosselló Pascual, nacido en Binissalem el 6 de febrero de 1921, era aprendiz de muchas cosas hasta que la vida le reservó un honor impagable: ser el presidente del Real Mallorca cuando el equipo ascendió por primera vez a Primera División. Aquel hito, aquella gesta, ocurrió al final de la temporada 1959-60 y está marcada en letras de oro en la memoria colectiva del mallorquinismo.
En su aprendizaje de presidente carismático, Jaime Rosselló no pudo tener mejor maestro: el mismísimo Santiago Bernabéu en persona. Ni tampoco mejor asesor. Alfredo Di Stéfano le recomendó el hombre adecuado para el gran salto.
Fichaje de Lorenzo
Este hombre era Juan Carlos Lorenzo, un argentino que en su país había sido jugador del Chacarita y más tarde del Boca Juniors, pero que se dio a conocer como futbolista en Italia en las filas del Sampdoria de Génova. Eso ocurría en 1949, año en que continuó su nomadismo futbolístico en el Nancy francés y en 1951 llegó al Atlético de Madrid, por cuyo equipo se comprometió por cuatro temporadas.
Con los colchoneros comenzó como titular, pero pronto Joaquín Peiró le quitaría el sitio y después de la tercera temporada Lorenzo fue cedido al Rayo Vallecano, donde coincidiría con una de las grandes figuras que ha tenido el Mallorca a lo largo de su historia, el extremo Antonio Oviedo, y el primer futbolista argentino en vestirse de bermellón: Ángel Cobo.
Juan Carlos Lorenzo, con treinta y tres años, se sacó el título de entrenador en el verano de 1954, coincidiendo en una promoción con figuras ilustres del fútbol español como Alfredo Di Stéfano y Ladislao Kubala, con los que entablaría una buena relación profesional. De su amistad con Di Stéfano vino su fichaje por el Mallorca como jugador-entrenador, figura que se daba con bastante frecuencia en la época.
Jaime Rosselló Pascual fue un presidente atípico, un hombre que llegó al fútbol de la mano de sus éxitos como comerciante. Era la envidia de Palma porque sus dieciséis dependientas no daban abasto vendiendo bragas, toallas y calcetines a precios de saldo precisamente en La Casa de los Saldos, mientras él se paseaba por Ciutat en un flamante y por entonces poco conocido coche de la marca Mercedes.
La filosofía de los negocios la aplicó Jaime Rosselló en el Real Mallorca y ganó la partida a otros mandatarios ilustres que le habían precedido -Luís Sitjar Castellá, Andrés Homar, Juan de Vidal etc.- en la persecución del sueño de colocar al equipo entre los grandes del fútbol español. Y es lo que hizo, no sin antes haber protagonizado una breve travesía en el desierto al haberse encontrado un club prácticamente en la bancarrota y un equipo desmoralizado en Tercera División. ¿Cuál era su secreto?
Los jugadores del Mallorca le bautizaron como «el hombre de la penicilina verde», por su afición a tenerles contentos con buenas primas.
Jaime Rosselló se hizo cargo del Mallorca a principios del mes de julio de 1956. Concretamente el día 7, efeméride que pasó totalmente inadvertida en la prensa local porque el mismo día quien ocupaba los alardes de tipografía era Richard Nixon, vicepresidente de Estados Unidos, que había llegado a Mallorca de vacaciones acompañado de su esposa. El mandatario norteamericano, protagonista con el tiempo del famoso Watergate, estuvo en Illetas.
Pero si Jaime Rosselló llegó de puntillas al Mallorca, muy pronto comenzaron a conocerse sus decisiones. La primera de ellas, y lo cuenta siempre con mucho orgullo, fue regalar calcetines a los jugadores para los entrenamientos, que no tenían. Y empezar a poner orden en las finanzas, que estaban bajo mínimos. Aquella temporada 1956-57, con Andrés Quetglas en el banquillo, el Mallorca acabó campeón de Tercera División, pero en la eliminatoria de ascenso a Segunda División no pudo con el Alcoyano.
La temporada siguiente, la 1957-58, el titular del banquillo era el catalán Miguel Gual, pero ocurriría lo mismo: el Mallorca quedó campeón de Tercera, pero nuevamente no pudo superar la eliminatoria de ascenso que le enfrentó al Elche. Jaime Rosselló digirió tan mal el nuevo disgusto que como si de saldos de fin de temporada se tratara liquidó a toda la plantilla. A excepción del defensa Magín, de Manacor, y del centrocampista Juan Forteza, de Pollensa.
El nuevo proyecto 1958-59 quedaba en manos del argentino Juan Carlos Lorenzo. Comenzaba el viaje a la gloria para los bermellones, quienes, con un equipo totalmente renovado, no se pararon hasta alcanzar la Primera División el 17 de abril de 1960 en el viejo campo del Levante. Con ello el Mallorca entraba en el mapa de la élite del fútbol español y Jaime Rosselló en la leyenda. Ayer se apagó la velita de su vida con 91 años, pero se encendió la del recuerdo imborrable y eterno de la historia.
42 comentarios
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Tambien ha fallecido el mismo dia que el Presidente, un jugador que en aquella epoca vino al Mallorca procedente del Sabadell, se llamaba Juan Delgado Navarro. E.p.d., los dos.
Casi cincuenta años después, por días, se ha guardado un minuto de respetuoso silencio, en el Iberostar, antes del inicio del partido oficial de Liga Mallorca - Atco. de Madrid, en memoria del que fuera presidente, del primer ascenso, don Jaume Rosselló Pascual, que dimitiera como máximo mandatario el 25 de marzo de 1962, tras estar garantizada la permanencia en Primera.
probo zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Ahora bien los siete años más felices de mi vida, incluido mi divorcio,necesario, los pasé en esta casa, cuando Pere Serra me otorgó un poder, increíble,ante la clase política, que incrementó la animadversión hacia mi persona. El editor Serra, con quien vi nacer la nueva Ultima Hora, el 31 de julio de 1974, doce años después, me enseñó a ganar un millón de pesetas cada mes y para animarme, necesité 300.000 pesetas, que don Luis Anaya, administrador, me dio en paquetes que no necesité volver a contar, como anticipo. Era el rey del mambo. Lo siento.Mi nick se resiste a ser humilde y modesto. Altivo es mi apellido segundo.
Y claro tampoco me perdonaron nunca que el hijo de la casa, el director general, tras pasar a ocupar un despacho más lujoso, en la planta noble, que yo llamaba el Pentágono, más cerca de su padre, que por decisión de ambos me cedieran su despacho, con baño, donde se me atribuyeron maldades sin cuento. Llegué a tener de compañero a Tano Fuster, ex director de Radio Mallorca y Pablo Llull, en el despacho contiguo, como director de Brisas. Estos tiempos nunca volverán y lo bueno, todo lo bueno de esta vida, tiene fecha de caducidad, como el amor, que tiene muy difícil superar la barrera de los siete años, de locura del uno por el otro, que pensándolo bien es una lata, una idolatría consentida, inmerecida. Nadie merece ser adorado.
Y con Miquel Serra Magraner, que fue también mi director, en una noche, solos en la redacción, le demostré lo que era capaz de escribir, ya que me encargó diferentes originales, de forma inmediata, y los tuvo ipso facto, asombrado, ya que le habían mal informado de mis capacidades periodísticas, para perjudicarme.Hicimos bastantes colaboraciones al alimón, en Baleares, y las firmaba una hermosa redactora o colaboradora, camuflada tras unas enormes gafas en la ventana del careto. Era protagonista, de nuestras picardías, Margarita Nájera, como representante de la clase política que era nuestra debilidad.A Miquel Serra, como cómplice de su padre, le anunciaba nuevos fichajes non gratos, que una vez vi al hijo, tras mi comentario, dirigirse a su progenitor diciéndole: "Si ... (nombre del personaje) entra por esta puerta yo saldrá por la misma en sentido contrario". Eran las O1.00 del día siguiente y colaboré con Don Pere Serra en la tarea de revisar las ediciones de Ultima Hora y Baleares.Nunca lo olvidaré porque nos hacíamos confidencias de la profesión y de la vida social.Me quiso hacer corresponsal de guerra, doce años antes, en Sidi Ifni, y me escabullí disimulando y silbando.
Y naturalmente mis conocimientos y vivencias me han creado muchos enemigos y el más sincero de ellos, que en alguna revista caía en la bajeza de desfigurarme mis textos por envidia para desprestigiarme, como me ha ocurrido en varias publicaciones, tuvo la osadía de decirme VAYAS DONDE VAYAS ERES SIEMPRE EL ENEMIGO A BATIR. Y lo sigo siendo porque gracias a ultimahora.es y mi nickname de diseño, que creé, a conciencia, levantan imitadores, deformadores,usurpadores, que no pueden soportar este nombre y solamente de verlo en pantalla enloquecen. En Google quedará mi obra y alguien ha confesado en ultimahora.es que escribe un libro de todas mis vivencias publicadas y que ya iba por la página 100.
Y cuando el RCD Mallorca ascendió en Vallejo a Primera División, el 17 de abril de 1960, este periódico se llamaba todavía LA Ultima Hora, y perdió el artículo LA, en el primer número de 1961, quedando como Ultima Hora.Un mes después del ascenso del Mallorca la prensa titulaba NUESTRO CAUDILLO EN PALMA, por lo de la inasequible fidelidad al régimen franquista.Voy a reproducir lo que publicaba La Ultima Hora, con motivo del ascenso:EL MALLORCA, A PRIMERA DIVISIÓN, publicando un suplemento de cuatro páginas, con un espectacular fotomontaje del encuentro Levante-Mallorca.La última página estaba dedicada al regreso del equipo mallorquinista:"Se calcula que más de 20.000 personas han acudido esta mañana al puerto de Palma para dar la bienvenida a los campeones".Se destacaba en la información que los goles habían sido marcados por Julián Mir y Rodríguez.
Matras: Tengo memoria, a mis 68 años, porque no he dejado nunca de ejercitarla, y también he vivido en vivo muchos de los acontecimientos que relato e incluso revisando me doy cuenta si se ha incurrido en algún error. Tuve la suerte de convivir con los periodistas de la época y tuve como directores a Miguel Vidal RAT y Gaspar Sabater en Hoja del Lunes, José Tous Barberán y Pere A. Serra Bauzà, en Ultima Hora, Javier Jiménez en Baleares, además de trabajar o colaborar con Joan Bonet, Gabriel Fuster Mayans GAFIM,Antonio Pizá, Pablo Llull, Jaime Jiménez, Alejandro Vidal...he entrevistado a los directores de los periódicos de principios de los 70 y fui de los primeros con Jacint Planas Sanmartí que empleamos la grabadora o magnetofón, cuando decían que no era una herramienta para los periodistas, y nosotros, tozudos, que sí.Sobre lo de que nadie es profeta en su tierra llevas razón,incluso le ocurrió a don Jaume Rosselló, que marca un antes y un después de la historia del RCD Mallorca.
Provocatore; Me quito el sombrero ante tanta memoria y tan bien expresados tus comentarios.Me consta que eres un crack, quizás a ti te ha ocurrido aquello de "nadie en su es profeta" una lástima pero somos asi, pero ten por seguro que tienes infinidad de admiradores anónimos.Gracias