Utz Claassen, durante una entrevista concedida a este diario. | Fernando Fernández

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Utz Claassen se niega a bajar los brazos. El consejero alemán del Mallorca, especialmente esperanzado con el encuentro de esta tarde ante el Barcelona, sigue molesto con Jaume Cladera por su negativa a convocar un consejo de administración en el que analizar, entre otras cosas, la situación económica de la entidad y las posibles consecuencias de la demanda del G-30. El empresario mantiene que seguirá trabajando «para asegurar el buen futuro del club» y arremete de nuevo contra el presidente.

«Me faltan las palabras para describir los esfuerzos que uno tiene que hacer para conseguir informaciones, actas y lograr que se reúna el consejo de administración», asegura Claassen al ser cuestionado acerca de los pasos que seguirá una vez desterrada su petición de que volviera a reunirse el órgano de gobierno mallorquinista. «No es solamente una cuestión jurídica, sino sobre todo de profesionalidad, de cortesía y de respeto. Pero hoy no quiero pensar en el consejo, sino estar ilusionado por el partido».

Con respecto a la situación real del club, Claassen no es demasiado optimista. «Los hechos hablan por sí solos. En la temporada pasada, el club, según las declaraciones públicas del presidente, obtuvo un resultado de explotación negativo de 11 millones de euros. Considerando este déficit y suponiendo que el año tiene 220 días laborales, esto implicaría que el club operativamente ha perdido 50.000 euros cada día que trabajó el presidente Cladera. No creo que sea un dato que pueda agradar a los demás accionistas», argumenta.

Esperanza

Utz Claasen cambia de registro al analizar la visita del Barça a Son Moix. «Sólo podemos ganar», afirma. «Si volvemos a perder 0-5 no cambia nada, porque una derrota entraría en las expectativas de muchos. Si ganáramos un punto, sería una gran sorpresa. Y si venciéramos, sería un éxito sensacional. En cualquier caso, estoy seguro de que nuestro equipo dará la respuesta adecuada», añade convencido.

El accionista y consejero alemán, que hoy acudirá a Son Moix junto a varios invitados y amigos, no comparte algunas de las críticas que han recaído sobre Joaquín Caparrós después de cinco derrtas consecutivas. «Me parecen injustas e inadecuadas. Lo que era bueno hace un año no puede ser malo hoy, de la noche a la mañana. Todos conocieron el perfil del entrenador, y todos hemos visto los efectos de su trabajo. Bajo su batuta, el equipo ha mejorado muchísimo en cuanto a condición física, espíritu de equipo, actitud luchadora, autoestima y confianza en sí mismo».