El guardameta israelí del Real Mallorca, Dudu Aouate (c), se retira en camilla tras caer lesionado durante el encuentro. | Efe

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Más allá de su delicada situación en la tabla, al Mallorca se le amontonan las malas noticias. El club sigue sin desalojar la enfermería y a su paso por Cornellà volvió a recibir otro duro golpe en la línea de flotación del vestuario con las molestias de Aouate. El guardameta, que tuvo que cederle su asiento a Rubén Miño mediado el segundo acto del encuentro, sufre un esguince de grado II del ligamento lateral interno de la rodilla derecha y estará cuatro semana apartado de la rutina del grupo.

Como el resto del equipo, Aouate firmó en el campo del Espanyol una noche para olvidar. En una acción particularmente desafortunada, el internacional recibió el impacto de Nunes, que cayó sobre él durante un lance del juego, y se lastimó la rodilla. Después de ser atendido a ras de hierba por los servicios médicos del club y de comprobar que la zona afectada no respondía de manera correcta, Caparrós tuvo que mirar por primera vez al banquillo para darle la alternativa a Miño. Ayer Aouate se sometía a las exploraciones pertinentes y éstas confirmaban que deberá perderse el próximo mes de competición.

Hasta ahora las lesiones habían castigado a todas las líneas de la pizarra de Caparrós a excepción de la portería, que se mantenía a cubierto con Aouate. Además, y a diferencia de otras temporadas, el israelí había asumido el protagonismo bajo el larguero de forma casi completa y al margen de ser titular en todos los encuentros del campeonato regular también había actuado de inicio en tres de los cuatro compromisos de la Copa del Rey.

Ahora las dudas están en saber si Caparrós apuesta por Rubén Miño o por Juan Calatayud para echarle el candado a la portería. Hasta el momento el entrenador sevillano había ido alternando la presencia de uno y otro en las convocatorias y habrá que ver hacia dónde escora su apuesta en un momento crítico de la temporada.

Dudas

En principio, el club parecía dispuesto a volcarse con Rubén Miño. La dirección deportiva abordó su fichaje en verano —el de Cornellà había puesto fin a su etapa en las categorías inferiores del Barça— pensando en abrirle la puerta de salida a Calatayud, pero al final el malagueño decidió continuar en Son Moix y se formó un pequeño atasco en el área del que se benefició el propio Aouate.

Miño, que se estrenaba en Primera División justo al lado de casa el mismo día que cumplía años (24), respondía de forma satisfactoria y sujetaba al Espanyol con un par de buenas intervenciones. En cualquier caso, tampoco se descarta que la experiencia de Calatayud se imponga durante la semana y que sea titular el domingo.