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Son Moix se le atraganta al Real Mallorca. El grupo balear cumplió ayer cuatro meses sin lograr la victoria en su centro de operaciones, su peor racha de los últimos tiempos. Desde aquel triunfo sobre el Valencia (2-0) el pasado 23 de septiembre hasta la fecha, la escuadra balear ha disputado 8 partidos (6 de Liga y 2 de la Copa del Rey) ante sus aficionados y no ha sido capaz de alzar los brazos, de amarrar un triunfo, en ninguno de ellos. Y con la intención de truncar esa marca negativa afrontará la visita de un Málaga que hoy se juega, ante el Fútbol Club Barcelona. sus opciones de estar en las semifinales de la Copa del Rey.

Después de un año 2012 notable, de haber perdido solo en casa ante Real Madrid y Barcelona, llegó la primera derrota en casa ante el Granada (1-2) en un duelo marcado por la grave lesión del brasileño Joao Victor y la injusta expulsión y penalti -la falta era fuera del área- de Emilio Nsue. Aquello fue el principio del fin. Después llegaron los encuentros ante los grandes que tampoco alteraron el destino.

Frente al Real Madrid, el equipo paseó una indolencia preocupante y acabó siendo goleado (0-5). Ante el Fútbol Club Barcelona, el grupo balear le puso algo más de ganas y, aunque comenzó perdiendo por 0-3, llegó a acercarse en el marcador para acabar doblando la rodilla por 2-4.

A comienzos de diciembre, un duelo que pudo marcar el signo de la temporada. Fue ante el Real Zaragoza y el equipo fue incapaz de derrotar a un rival que disputó casi todo el partido en inferioridad, con la gravedad de haber desperdiciado una pena máxima -Víctor tiró el penalti- que hubiera podido adelantar al Mallorca en el marcador. El propio Casadesús se rehizo a medias al anotar el tanto del empate definitivo (1-1).

Después llegó otra derrota injusta, ante el Athletic de Bilbao (0-1, gol de Aduriz) y la igualada frente al Atlético de Madrid (1-1) en un partido que amarró un punto al final.

Además de los seis partidos de Liga disputados en casa en los cuatro últimos meses, los dos de la Copa del Rey. En el primero de ello, el 0-0 inicial ante el Deportivo fue suficiente para que el grupo bermellón sellara su clasificación para la siguiente ronda. Sin embargo, frente al Sevilla, llegó la debacle (0-5) que supuso la despedida del torneo del K.O. antes de tiempo.

Ahora, la plantilla se conjura para tumbar al Málaga, reencontrarse con la victoria en casa y asomar la cabeza a la superficie.