El entrenador del Mallorca, Lluís Carreras, durante el partido. | Pere Bota

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Lluís Carreras volvió a tener que dar explicaciones tras otra nueva derrota. No se acostumbra nadie a perder y menos un entrenador que llegó con la misión de revertir una situación que con el paso del tiempo se ha comprobado que no era cuestión de pizarra ni de libreta. El problema es mucho más profundo y va más allá de quien es el técnico. Incluso va más allá de los propios futbolistas y el verdadero culpable anda escondido entre conspiraciones inútiles. Ayer el técnico mallorquinista admitió que no está consiguiendo dar con la tecla y que se sentía, como todos en el vestuario, «triste y desilusionado». Carreras admitió que el objetivo «grande» de la temporada pasa de ser «el ascenso a la permanencia». Añadió que es «absurdo» pensar en el ascenso directo y que se siente «respaldado» por quien debe hacer esa función en el club. No fue una mañana fácil en la oficina porque en noventa minutos los objetivos te cambian de raíz. El ascenso es imposible, solo queda luchar por sobrevivir. «El sentimiento que hay es de tristeza, de no haber logrado la victoria, es de desilusión, de desánimo, de desgana y es de mirar hacia adelante. Hacia atrás no hay que mirar ni para tomar impulso. Es un momento muy difícil y muy complicado para los jugadores y para el entrenador, también para la afición y para el club y necesitamos ayuda de quien sea y mirar hacia adelante», manifestó Lluís Carreras.

El entrenador declaró sentirse con fuerzas para seguir adelante. «Me siento con fuerzas para seguir buscando la solución. Uno cambia jugadores porque cree que pueden rendir en un sitio o en otro, pero de momento no estoy dando con la tecla, no me están dando rendimiento lo cambios de jugadores que hago. Sobre todo cuando no te van las cosas bien hay que tener la cabeza fría y seguir trabajando. Yo estoy triste y decepcionado, también enfadado por no conseguir una victoria que en fases del partido merecíamos, pero no estoy bloqueado», manifestó Lluís Carreras. El entrenador del Real Mallorca apuntó también que perder posibilidades de ascenso ha dolido más entre los medios, que no en el vestuario. «Veníamos con una intención que era ascender desde el inicio de temporada y hacerlo de forma directa. Eso ha hecho mucho daño a todos en general y hay que ser realistas. Hay que dejar de hacer volar palomas...Ahora es absurdo hablar de ascenso directo, pero parece que no queremos hacerlo ver cuando la realidad indica que tal vez hayamos de jugar por salvarnos. Perdiendo como hemos hecho ante el Deportivo no podemos pensar en subir», insistió el técnico catalán. «Los objetivos son variables y el objetivo grande ahora pasa de ser el ascenso a la permanencia. Para mí es así y tenemos que ir a Vitoria para sumar tres puntos y salir de ahí. Esa es la realidad», comentó el técnico de Sant Pol. «Al principio es lógico pensar que el objetivo es el ascenso, pero si van pasando las jornadas y no te enganchas y sigues insistiendo y no te enganchas, es que algo no funciona o no hemos sabido hacer funcionar», declaró el preparador del Mallorca.

No se arrepiente

Carreras dijo que todos en el club en general tienen la responsabilidad de esta crisis y el que más, «el entrenador», apuntó el propio técnico, que también declaró «no arrepentirse» de haber fichado por el Real Mallorca. «Ahora es cuando debe salir el entrenador y si es necesario ver cinco veces los partidos, hay que verlos. Ahora hay que ayudar y ayudar todos, vosotros y la afición». Carreras apuntó que, pese al silencio sepulcral de Serra Ferrer, él personalmente se siente «respaldado por quien debe de sentir el respaldo».