Antonio Raíllo saluda al público tras ganar al Villarreal B. | Miguel Ángel Borrás

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«Vamos a intentar hacer un récord de victorias en Segunda B», deslizaba Antonio Raíllo tras superar el mayor obstáculo que ha encontrado hasta ahora el Mallorca en la calzada. El equipo acababa de reducir al Villarreal B en un partido lleno de trampas y mientras recuperaba el aliento colocaba otro blanco en el centro de la diana. «Estamos mirando ese objetivo y ahora ya pensamos en el Formentera», insistía el central.

En Sant Francesc, el conjunto de Vicente Moreno pujará por su octavo triunfo en cadena, una marca todavía alejada de la que firmó por ejemplo el Levante al nacer la temporada 1994-95 —ganó las 13 primeras jornadas de manera consecutiva—, pero que se ha convertido en todo un estímulo para el vestuario. En el siguiente peldaño a ascender para una formación que, de momento, no perdona.

Metas
La nueva meta que quieren cruzar los futbolistas del Mallorca tras blindar el liderato requiere un esfuerzo enorme y la precisión de un cirujano. Sin embargo, también es cierto que hasta ahora nada ha podido detener la apisonadora sobre la que viajan. El empate de la tercera jornada en Son Malferit, la única mancha en su historial, le impide optar al récord de triunfos seguidos desde el arranque, en posesión de ese histórico Levante de Juande Ramos, pero los isleños todavía podrían mejorar la primer vuelta casi perfecta que completaron los granotas a mediados de los noventa. Empataron dos partidos y perdieron otros justo cuando iban a atravesar el ecuador del campeonato. De hecho, no doblaron la rodilla hasta la jornada 18.

«No tienes que hacer nada extra para motivar a estos jugadores», comentaba hace unas semanas Vicente Moreno con respecto a las ganas que tiene la plantilla de seguir ganando músculo. «Ellos mismos se buscan la motivación, son muy responsables y competitivos», añadía el técnico. En esa dirección, al Mallorca le esperan nueve partidos para finalizar el 2017 y para doblar la esquina del calendario.

La ruta hacia la cumbre empezará con un duelo balear inédito contra el Formentera —hoy el plantel regresa a los entrenamientos para empezar a preparar la cita— y continuará el miércoles siguiente en casa frente a un histórico en rehabilitación como el Hércules. El fin de semana siguiente repetirá en Palma contra el Valencia Mestalla y afrontará después otro desplazamiento cuesta arriba para medirse a un Lleida que el pasado fin de semana se acomodó en la tercera posición de la liga. La primera vuelta y el reto se cerrarán ante Elche, Olot, Sabadell, Badalona y Deportivo Aragón.