El Mallorca se reencuentra con la victoria casi dos meses después | Miguel Ángel Borrás

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El Mallorca ha vuelto a ganar casi dos meses después tras derrotar al Lleida (3-2) en un encuentro en el que se puso 3-0 en el marcador en el minuto 52 pero que acabó sufriendo tras un arreón final del conjunto catalán que hizo temblar los cimientos de Son Moix.

Fin al bache bermellón, por lo menos de resultados. Los de Vicente Moreno han hecho los deberes y han vuelto a saber qué se siente al sumar tres puntos. No cabía otra opción este domingo después de la victoria el sábado del Villarreal B y la del Elche esta misma mañana en Formentera.

Vicente Moreno optó por un Mallorca más reconocible que el de Valencia hace justo siete días. Y uno de los que tenía su sitio seguro en el once y no estuvo ante el filial che, Pedraza, ha sido el que ha abierto el marcador bien pronto. En el 9 ha rematado de cabeza un córner para tranquilizar a todo el mundo.

El Lleida, que hasta ese momento estaba agazapado a expensas de lo que hacía el líder, ha dado un paso al frente con el gol bermellón. En dos minutos ha gozado de dos claras ocasiones para devolver la igualdad al marcador.

Tras ese doble susto el Mallorca volvió a coger el timón del partido y marcar los tiempos. Aridai y Lago se convertían en el mayor peligro de los baleares en ataque. Hoy sí, el canario ha vuelto a ser el jugador que se esperaba desde su fichaje.

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Los locales acabaron pidiendo la hora en la primera mitad, preludio de lo que ocurriría una hora después al ver las dos, de nuevo, ocasiones de los visitantes poco antes de llegar al descanso. El 1-0 parecía un resultado corto visto lo visto.

El comienzo del segundo acto fue otra historia. Lago y Álvaro Bustos, entre el 47 y el 52, parecían sentenciar el partido. El líder había vuelto y por la puerta grande. Media hora por delante y el luminoso reflejaba un claro 3 a 0 a pesar de los méritos de los visitantes por llevar algún gol.

Pasaban los minutos y los de Vicente Moreno se sentían cada vez más cómodos. Hasta que apareció Juanto Ortuño en el 72, hermano del exmallorquinista, para, después de un saque de esquina poner el 3-1. No parecía que fuese eso a incomodar demasiado a los bermellones, que seguían manejando una clara ventaja.

Pero los sustos no acabarían ahí. Poco después, en el 80, un penalti claro cometido por Raíllo supuso el segundo tanto de los ilerdenses, que ponían así picante, y de qué manera, el partido. Son Moix desde ese mismo instante empezó a sufrir.

Algo más de diez minutos por delante y ahora tocaba guardar la ropa. Inteligentemente el Mallorca intentó matar el partido y no dejó jugar a los visitantes, a pesar de sus ganar por lograr lo que veinte minutos antes parecía una machada: rascar algo en campo del líder.

En siete días espera el Elche, que sigue tercero a siete puntos. Si no se pierde en el Martínez Valero se habrá dado un paso en firme para amarrar casi definitivamente el liderato del grupo.