Vicente Moreno, técnico del Mallorca, durante un reciente partido del conjunto bemellón | Pere Bota

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Siguiendo el hilo de la temporada anterior, el Mallorca vuelve a hacer las maletas para visitar al equipo con el que cerró del todo el círculo de la Segunda B. Esta vez no habrá sobre la mesa una corona bañada en bronce, sino tres puntos de talla grande que permitirían a los de Vicente Moreno estirar su buen despertar y acordonarse a una de las dos primeras plazas de la liga. La otra gran diferencia entre el último desplazamiento del curso pasado y el primero del actual reside en el escenario de la batalla, que se representará esta tarde en un marco de cinco estrellas como el Wanda Metropolitano debido a las obras de acondicionamiento a las que se está sometiendo el Cerro del Espino (LaLiga 123 TV, 20.00 horas).

Será un encuentro de Segunda que cruzará a dos equipos recién ascendidos de Segunda B en un campo de Primera. De Primera y de Liga de Campeones, ya que el recinto del que es titular el Atlético de Madrid acogerá el 1 de junio de 2019 la próxima final de la máxima competición continental. Todo un lujo para majariegos y baleares en la apertura de un ejercicio que ha amanecido de forma muy diferente para unos y otros.

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Mallorca y Rayo Majadahonda han pasado de no conocerse a darse de bruces en varias ocasiones en poco más de un año. Se citaron en un amistoso de la pretemporada 2017 y se reencontraron en junio como campeones de sus eliminatorias de ascenso. En todos ellos se impuso el cuadro bermellón, aunque el botín que había en juego impide usar ahora esos duelos a modo de referencia, tal y como recordó Vicente Moreno en la antesala de la jornada. La trascendencia del resultado y los cambios que han sufrido ambas formaciones le dan otro aire al partido que debería ayudar a definir el rumbo que toma cada uno.
En el Mallorca todo indica que habrá una apuesta por la continuidad. Ante Osasuna venció y durante muchos minutos convenció, por lo que no existen razones aparentes para el cambio más allá de que el técnico planee introducir alguna variante táctica con la que maniatar al Rayo Majadahonda. En esta ocasión, ha viajado a Madrid con una expedición de 19 futbolistas en la que se estrenan tres de ellos. El primero es Dani Rodríguez, que se ausentó del estreno por precaución tras acabar de dejar atrás un problema muscular del que ya está totalmente recuperado. También aparece por primera vez Juan Diego Molina, Stoichkov, que empezó la temporada cargando con una sanción por acumulación de amonestaciones del ejercicio anterior. Por último, debuta en una convocatoria el eslovaco Martin Valjent, que se incorporó al grupo a principios de semana con el objetivo de sellar las paredes de la defensa.


Mientras tanto, sigue fuera Joan Sastre, todavía con molestias en la rótula, y tampoco viajaron a Madrid, Russo, Leandro, Giner, Moyita, Faurlín o el último en llegar: Merveil. Se quedaban junto al lesionado de larga duración Sergio Buenacasa y los descartados Bonilla y Bustos.


El Rayo, que cayó ante el Zaragoza en su bautismo de plata, también transporta tres bajas por lesión que arrastra desde la primera jornada: Carlitos, Luso y Andújar.
Fuera del campo, el Rayo se ha movilizado para no sentirse muy solo en la inmensidad del Wanda y ha facilitado una línea de autobuses que saldrá desde Majadahonda con destino al campo, o bien realizando un descuento en las entradas para los abonados del Atlético de Madrid mientras dure la permanencia en la sede temporal.