Los jugadores del Mallorca se abrazan para celebrar un gol en un partido de esta temporada en Son Moix. | Pere Bota

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Por primera vez en mucho tiempo, el Mallorca está listo para abordar el sueño del ascenso. Han tenido que pasar seis años para que el club, conmocionado por esos dos descensos que sufrió entre 2013 y 2017, vuelva a apreciar algo de luz al final del pasillo y pueda optar a recuperar el rango que le había distinguido durante la mejor época de su vida. Ahora, con Vicente Moreno a los mandos, la afición agarrándole de la mano y el Albacete mirándole a los ojos, se encuentra a solo cuatro pasos de levantar la tapa la alcantarilla y asomar otra vez la cabeza. Y hoy, en el encuentro más importante de la última década, tiene que dar el primero. Arranca el playoff. Comienza el baile de verdad. Empieza lo bueno (Son Moix, Movistar Partidazo, 21.00 horas).

Instalado en el campo base después de un recorrido a pie de 42 jornadas, el Mallorca debe completar con éxito cuatro fases para alcanzar la cumbre y plantar allí su bandera. Por eso, en torno al Camí del Reis todo huele a partido grande. La respuesta del mallorquinismo, que se ha movilizado y ha formado grandes colas para poder estar este jueves en el estadio, y el propio día a día del equipo, que ha dejado atrás su rutina habitual para meterse en una burbuja, confirman que no es un encuentro cualquiera y que tendrá poco o nada que ver con lo que ha pasado en los últimos diez meses de competición, una gran criba que ha reducido a cuatro el número de aspirantes. Más allá de la ventaja que concede el lugar que cada uno de ellos ocupó en la tabla —vital en el caso de que las eliminatorias lleguen empatadas al final de la prórroga—, todos empiezan de cero y van a tener un turno de palabra muy limitado. No habrá segundas oportunidades, repescas o escapatorias a los costados.

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En el caso del Mallorca, concentrado desde este miércoles y hasta que acabe la eliminatoria el domingo, llega con todo. Tiene ganas, confianza y gasolina en el depósito, un factor que puede ser diferencial ahora que los kilómetros acumulados empiezan a notarse en las piernas y en la cabeza. Y a la espera de ver cómo han evolucionado Aridai, Budimir o Álex López de las molestias que arrastraban, todo el plantel está a disposición de Vicente Moreno.

Frente al Mallorca se recorta la silueta de un enemigo de talla superior. De hecho, el Albacete es el único equipo de la Segunda División contra el que no ha sumado un solo punto en los dos enfrentamientos de la fase regular. Los manchegos fueron los primeros en reventar la caja fuerte de Son Moix, protegida con un doble blindaje esta temporada, y le asestaron al conjunto balear dos golpes letales una vez que el pulso se trasladó al Belmonte. Dos avisos a tener muy en cuenta que le han colgado a los de Ramis la etiqueta de favoritos.

El Albacete, que aterrizó este miércoles en Palma con una expedición de veinte futbolistas entre la que se incluyen tres porteros, se presenta pensando solo en «ganar». Sobre el tapete, lo más probable es que Gorosito ocupe el lugar de Álvaro Arroyo, ausente por una rotura de menisco en su rodilla derecha. La otra posición con un asterisco está en el ataque, donde Álvaro Peña, el exmallorquinista Acuña y Rei Manaj podrían acompañar a Zozulia.