La historia se repite semana tras semana. Sea en Son Moix, Mestalla, el Coliseum o Mendizorroza. Da igual el decorado porque el epílogo siempre es el mismo. Al Real Mallorca se le acumulan las derrotas y las dudas. A sus problemas para elaborar fútbol y generar ocasiones se suman otros elementos incontrolables que le están empujando a un agujero negro. Primero llegó el balón al palo de cada semana -ya suma seis- y después el penalti en contra -también cinco- señalado por el árbitro a instancias del VAR que acercó al grupo balear a la cornisa.
El Mallorca ha entrado en esa dinámica en la que nada sale bien. Sus ocasiones (pocas) acaban en el palo y las del rival suelen desembocar en penalti. Porque el Alavés no generó nada y se agarró a esa pena máxima cometida por Lago (ha cometido más penaltis que goles marcados) sobre Pina para hurgar en la herida.
El punto de inflexión acabó en una derrota cruel que deja al Mallorca más cerca del pozo que de la superficie. Aquella victoria ante el Eibar en el estreno se observa ahora como un oasis en el desierto.
Las desgracias se acumulan, pero el Mallorca tampoco hizo demasiado para ganar. El tiro al poste y poco más... Y de los fichajes (Kubo aparte) no hay noticias. Lumor ya no juega, Salibur, Alegría o Chavarría no entran ni en la convocatoria... Quizás la culpa no sea solo del VAR.
1 comentario
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"Quizás la culpa no sea solo del VAR." pero GRAN culpa tiene. No el VAR sinó como lo aplican en el area del Mallorca y no donde ataca