El grupo de Luis García Plaza se mueve lejos de Son Moix como un bloque con jerarquía y contundencia. Liquidó el encuntro con tres zarpazos (y pudieron ser más) en los mejores primeros veinte minutos de la temporada y después convirtió al Rayo en un enemigo famélico y dubitativo. Apenas generaron peligro las huestes de Iraola, que se enrededaron en la incompresión y observaron la supremacía de un bloque que semueve a ritmo de récord.
La trayectoria bermellona a domicilio impone respeto. Apenas ha recibido arañazos como visitante, no ha doblado la rodilla y ha sido capaz de imponer su ley en Girona, Almería, Leganés y Vallecas... Casi nada. Donde sus principales enemigos en la lucha por el ascenso creen contar con una fortaleza en su estadio, llega el Mallorca y la derriba a base del talento de Salva Sevilla, la habilidad de Amath o el momento dulce de Abdón Prats...
La imagen de Fran Gámez llorando en la grada tras sufrir una rotura en el gemelo deja lo peor del partido y un agujero negro en el vestuario. Con la única opción de Joan Sastre -de baja ayer por lesión- en esa zona el técnico deberá buscar algún remiendo. También arriba, donde ha perdido a Álex Alegría -apenas le utilizaba- y quiere un sustituto. Normal. El equipo está haciendo su trabajo en el campo. Habrá que ver si Ortells hace el suyo en los despachos...
1 comentario
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Querido Carlos: no has mejorado tu sintaxis en 25 años. "Escenario de órdago", "escenario -otra vez- con mucho postín", "que lo del ascenso". Y esto solo en el primer párrafo. Con aprecio, 3/94 Ramix-91.