Martí Mora en una imagen de archivo. | M. Joy

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El Real Mallorca vuelve a estar de luto. Martí Mora Moragues (Algaida, 1938) ha muerto este martes en Palma. Mora, una leyenda del club bermellón, fue el primer portero mallorquín en jugar en Primera Divisíon con la camiseta del Mallorca.

Casado con Maruja García Nicolau, Martí Mora destacó siempre por su gran calidad humana y amor por el fútbol. Tras colgar los guantes no dudó en intentar transmitir sus conocimientos a los más jóvenes, iniciando una larga etapa como formador.

Martí Mora nació predestinado para ser portero. Sus 190 centímetros de estatura le condicionaban y por este motivo intentó ya de joven ponerse bajo un larguero, pero el primer deporte en el que lo intentó fue en el balonmano. Posteriormente probó el waterpolo, hasta que su envergadura física le inclinó a la portería de fútbol.

Fichó por el Juvenil del San Felipe y posteriormente fue convocado para jugar con la selección balear, circunstancia que motivó su posterior fichaje por el Mallorca. En un principio el equipo rojillo lo cedió al Porreres, que estaba en la misma categoría. Posteriormente fue cedido al Espanya de Llucmajor y después al Constància. Fue en Inca donde se convirtió en el portero menos goleado de España y estuvo muy cerca de ser internacional con la selección española Sub-23.

El gran año en el Constància motivó que el Mallorca le repescara la temporada 61/62 en Primera División. El indiscutible en ese momento en la portería del conjunto rojillo era Ricardo Zamora JR, pero Martí Mora, con una profesionalidad envidiable, siempre estaba preparado para jugar. Disputó pocos partidos oficiales con el Mallorca en Primera, solo nueve, pero dejó su sello por su forma de ser y su profesionalidad.

Fue el primer portero de la Isla en jugar de rojo en la máxima categoría del fútbol español, algo que siempre le acompañó en su carrera. Con solo 26 años decidió colgar las botas y renunció a su carrera futbolística por amor. Se casó con Maruja García Nicolau, la primera mallorquina en proclamarse ‘Mis Europa'. En el año 2003, Martí recibió el prestigioso Cornelius Atticus 2003, la máxima distinción deportiva que entrega el Govern Balear por una vida dedicada al deporte.