Luis García observa el juego de su equipo desde el área técnica de Son Moix. | M.A.BORRÁS

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A las puertas de otro partido marcado de negrita, Luis García Plaza vuelve a tirar del freno de mano para pedir calma. «He visto mucha euforia en el entorno» avisa el entrenador del Mallorca acerca de los elogios que genera su equipo, instalado en lo más alto de la clasificación y durmiendo cada vez sobre un colchón más grueso. «Y se puede ir a la mierda todo, con perdón. No vale para nada como no nos pongamos el traje de pelear y ser humildes. Hay que ser muy duro hasta el final. Nos van a obligar a hacer la temporada casi perfecta», insiste el madrileño en un nuevo intento por disolver esa bruma que envuelve al líder.

«No es fácil aguantar esto», reflexiona Luis García Plaza acerca de lo que todavía está por venir en este último tercio de la competición que descorchará el domingo en Gijón. «Después del Sporting tenemos cinco partidos seguidos en los que solo hicimos cinco puntos en la primera vuelta —Sporting, Oviedo, Fuenlabrada, Leganés y Las Palmas— o sea que tenemos que mejorar. Porque si hacemos lo mismo, saldremos de los puestos de ascenso directo. Esta liga te obliga a seguir. Tenemos que ir a El Molinón con ganas de intentar ganar o, como mínimo, de seguir sumando».

Luis García Plaza cree que esa corriente de optimismo que envuelve a su equipo es «lógica», pero solo hasta cierto punto: «Los números son los que son y la verdad es que entendería ese optimismo si el tercero estuviera lejos, pero es que está a pocos puntos y te pueden pillar enseguida», advierte LGP.

Rachas mayúsculas

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Mañana (#Vamos, 16.00 horas) se enfrentan en El Molinón el único equipo que todavía no ha perdido en su estadio, el Sporting, con el único que no lo ha hecho como foráneo, el Mallorca. «Si tuviéramos que apostar, la equis sale por estadística», bromea Luis García frente al programa de la jornada. «El Sporting es un equipo que me gusta mucho y tenemos la experiencia de que en la primera parte en Son Moix nos superó y muy bien. No supimos ni cómo meterle mano. Es cierto que desde entonces hemos evolucionado los dos, pero es de los partidos más difíciles que nos quedan, sin duda. Y tienen a un tío —Djuka, máximo goleador de Segunda con 17 dianas— que lleva casi el 60% de su goles y que el otro día se inventó uno él solo».

Sobre el goleador montenegrino, que este viernes ya volvió a entrenarse con el resto de sus compañeros y que se presenta como la gran amenaza que deberá contener el Mallorca, el preparador bermellón tampoco se muestra intimidado. «También nos hemos enfrentado a RDT o a Sadiq. Al final, nuestro trabajo siempre es el bloque, tanto en defensa como en ataque. Pero ellos el otro día sin él hicieron dos goles y tienen muchas virtudes aparte de Djuka. Por eso van quintos y con la puntuación que llevan cualquier otro año estarían cerca del ascenso directo. Están haciendo una temporada magnífica».

Vuelve Oliván

Luis García, que recupera para la causa a Brian Oliván —Galarreta y Sedlar siguen siendo baja y es probable que reaparezcan a partir de la semana que viene—, espera en Gijón un encuentro lleno de socavones: «Somos dos equipos que queremos la pelota. Ellos juegan mucho desde atrás pero también han dado un paso adelante al contraataque. Combinan los dos registros y, a partir de ahí, el que esté más acertado será el que triunfe».

Ya fuera del campo, Luis García confía en que las negociaciones para renovar los contratos de Antonio Sánchez, Abdón Prats, Salva Sevilla o Luka Romero tengan final feliz: «Los cuatro están muy centrados y mi deseo es que se queden».