Martin Valjent y Rodrigo Battaglia, cabizbajos sobre el césped de Vallecas. | Carlos Gil-Roig

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De vuelta a la Liga, el Mallorca ha recibido otro chaparrón de realidad. En clara dirección descendente desde que empezó a agonizar el verano, el equipo de Luis García Plaza siguió ahondando en Vallecas en ese peligroso ecosistema en el que habita desde hace ya demasiados encuentros. El conjunto balear, que en una clasificación parcial de las diez últimas jornadas andaría instalado en los puestos de descenso —sería antepenúltimo, solo por delante de Elche y Levante—, ha ido erosionando su identidad a medida que se aproxima al barranco y después de encadenar seis partidos sin ganar y una única victoria en casi tres meses ha sacado a la luz una serie de defectos y averías que tendrá que ir solventando. Empezando por el partido de este fin de semana contra el Getafe (sábado, 18.30 horas).

ONCE JORNADAS SIN GANAR
La peor racha de los últimos años

Luis García Plaza se refirió al partido del Mallorca en Vallecas como el peor en año y medio. Exactamente igual que la racha en la que está enmarcada, que es la más negra del entrenador madrileño a los mandos del equipo y la más pobre, en general, de los últimos años. El equipo solo ha ganado cuatro partidos de los 14 que ha disputado y desde finales de agosto solo le ha vencido al Levante (1-0). Ni siquiera en su anterior paso por Primera División, hace ahora dos temporadas, espació tanto dos victorias.

FALTA DE SEGURIDAD
Una defensa de papel

La defensa del Mallorca se ha ido agrietando a la misma velocidad que los números del equipo. Despojado de su líder natural (Antonio Raíllo) desde la primera jornada, el muro de contención mallorquinista ha perdido altura, amplitud y consistencia. Los baleares solo han acabado cuatro partidos con la portería a cero y desde la última vez ha pasado tanto tiempo como de la última victoria. Ahora mismo solo hay dos equipos que hayan recibido más goles en contra: el Levante, colista, y el Cádiz, que viene de encajar un duro correctivo en la cancha del renacido Getafe, próximo rival bermellón. Las lesiones y las sensaciones han obligado al técnico a rotar demasiado en la línea de zagueros, pero la falta de seguridad es evidente.

UN NUEVE POR DEFINIR
Sin referencia en ataque

El Mallorca tampoco está encontrando arriba lo que pierde por abajo. Mantiene el promedio en un gol por partido, pero carece de la figura de un killer que cargue con el peso de las operaciones ofensivas. Ángel Rodríguez, fichaje estrella en ataque, permanece al frente de ese pelotón, aunque todavía no ha ajustado del todo el punto de mira y el equipo necesita de sus dardos. Fer Niño, que por momentos parecía que iba a arrebatarle la titularidad al canario, ha caminado cuesta abajo, como el equipo, y además de que sus cifras también se han estancado, ha parecido desconectado del resto del grupo las últimas veces que ha sido titular. La tercera vía es la de Abdón Prats, que hasta la cita de Vallecas no había estrenado su cuenta en Primera División. Una vez extraído ese aguijón, el artanenc podría dar un paso al frente siguiendo la senda que abrió la temporada pasada en Segunda.

FALTA DE CONTINUIDAD
Futbolistas sin recambios

En el once tipo del Mallorca hay futbolistas que parecen imprescindibles, con todos los riesgos que eso conlleva. El ejemplo más claro es el de Iddrisu Baba, cuya ausencia se nota demasiado. En principio su relevo natural debería ser el argentino Rodrigo Battaglia, que hasta el momento no se parece en nada al futbolista que participó el curso pasado en la permanencia del Alavés. No se le ve integrado de lleno en el engranaje bermellón y las tres veces que ha sido titular —frente a Real Madrid, Real Sociedad y Rayo Vallecano— el equipo ha perdido.

JUGADORES SIN PESO
Un fondo de armario limitado

El Mallorca edificó su proyecto actual sobre una plantilla extensa: 26 futbolistas. Sin embargo, hay una parte notable del vestuario cuya participación y aportación empieza a ser marginal. Febas, sin ir más lejos, reapareció contra el Rayo después de siete partidos en blanco y otros, como Lago o Mboula, han pasado a ser actores de reparto. En algunas posiciones hay mucha más cantidad que calidad.

LESIONES Y SANCIONES
Demasiadas bajas

Las bajas se han convertido en un continuo dolor de cabeza para Luis García Plaza. Aunque la última ola no ha sido tan nociva como la anterior —en Vallecas faltan siete futbolistas pero muchos de ellos no eran titulares—, las lesiones se reproducen demasiado y las sanciones se acumulan. El Mallorca es el equipo con más expulsiones y uno de los más amonestados.