Imagen. Aguirre -a la izquierda- valoró que los suyos fueran capaces de ofrecer otra imagen tras el revés del sábado. | Jose Luis Contreras

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El técnico del Real Mallorca, Javier Aguirre, valoró que el empate le dejaba «un buen sabor» por las prestaciones exhibidas por los suyos y la capacidad de reacción del vestuario tras el varapalo ante el Granada, pero lamentó que el botín logrado en el Sánchez Pizjuán no les permita salir de la zona pantanosa de la tabla. «Es bueno para lo anímico e insuficiente para la clasificación», resumió el preparador mexicano, que reconoció que hubiera sido «injusto» llevarse los tres puntos de Nervión tras la acumulación de ocasiones de los hombres de Lopetegui.

«Sabíamos de la peligrosidad del rival, que es un equipo de Champions, y el punto nos sabe bien porque sufrimos mucho. Estoy contento porque el equipo se rehizo y mostró otra cara. El otro días nos pasaron por encima y estábamos liquidados, pero estamos vivos. Quedan dos finales y hay que jugarlas. Y tenemos que hacerlo con la misma intensidad y esperemos que con mejor juego», analizó Aguirre, que desveló que se había encontrado un vestuario que se había quitado un peso de encima. «He visto liberación en los jugadores de ver si podemos dormir bien», confesó.

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El entrenador mallorquinista reconoció que el Sevilla hizo más por quedarse con los tres puntos en liza si bien subrayó que los suyos fueron capaces de generar ocasiones claras. «Siendo honesto tengo que decir que hubiera sido injusto haber ganado el partido. Ellos hicieron méritos para ganar y nosotros menos. Hay que alabar que nuestras oportunidades fueron claras, pero la victoria era demasiado premio», argumentó.

Manolo Reina

Aguirre no quiso extenderse sobre el relevo en la portería, donde devolvió la titularidad a Reina sentando por primera vez a Sergio Rico desde que llegó. «Tengo 23 jugadores y han jugado los 23. En un grupo todos hacen merecimientos para jugar y a veces se es injusto. Pasó con Llabrés, con el francés (Grenier), o Hoppe... todos hacen esfuerzos. Manolo (Reina) estuvo esperando su oportunidad y a juzgar por el resultado creo que lo hizo bien», comentó. Subrayó el carácter del meta, aunque también precisó que cada integrante de la plantilla suma al grupo alguna cualidad. «Todos aportan cosas. Kubo no grita, pero coge la pelota y encara. Cada uno se manifiesta a su manera y Manolo (Reina) lo vive intensamente porque tiene muchas batallas. Tiene la piel curtida y sabe de qué va esto. Se espera ese liderazgo como se espera que Kang In Lee encare. Cada uno tiene su personalidad y lo importante es que la ponga al servicio del equipo», reflexionó.

El preparador mexicano reconoció que el punto suponía un impulso en el aspecto anímico tras pasar días «muy duros» después del revolcón ante el Granada. «Decía que el estado de ánimo estaba recuperado, pero con la boca pequeña porque aún había jugadores cabizbajos. La gente estaba dolida porque en el partido más importante de la temporada y con la gente recibiéndote y animándote, te vas como te vas, con ganas de meter la cabeza como los avestruces», indicó. «Mostramos otra cara por lo menos y creo que cumplimos con el requisito de mostrar algo más», apuntó al mismo tiempo que dijo que están «en deuda con la afición».