El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, celebra con Amath el gol conseguido por el atacante senegalés en el primer tiempo. | @RCD_Mallorca

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El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, celebraba la trascendental victoria que conseguía este lunes su equipo en Balaídos y el gran paso que supone en la marcha hacia la permanencia en Primera División, aunque recordaba que la salvación todavía no es real. «No hemos hecho nada aún, por lo tanto la presión y el peso siguen en la espalda hasta que sea matemático», recordaba el mexicano desde la sala de prensa. «Seguiremos sufriendo como hoy, que ha sido un partido a cara de perro, muy serio. Luego hemos sufrido un acoso y derribo impresionante, que ya lo sabíamos, aunque Rajko no ha tenido que intervenir demasiado».

«El equipo necesitaba un partido como el de hoy. Nos avasallaron y el empate sería justo, pero veníamos recuperando la esencia de equipo», apuntaba Aguirre, que reconocía el empuje del Celta en la segunda mitad y el buen trabajo del Mallorca para frenarlo. «Mi portero no hizo grandes atajadas y el equipo contuvo todos los centros, estuvo muy serio atento y concentrado. Pudimos contenerlos. No tuvimos la pelota y en la segunda parte no estuvimos muy finos, pero en la primera pudimos marcar alguno más», recordaba. «En ataque es verdad que nos faltó continuidad, pero hicimos un partido muy correcto en defensa y supimos contrarrestar su ataque. Nos ha salido el plan. La primera parte estuvimos un poquito mejor, pero ellos fueron mejores con la pelota después».

Cuestionado sobre la distancia sobre los puestos de descenso en la clasificación, que asciende ya a diez puntos, Aguirre mantenía la calma. «El año pasado mi cuerpo técnico y yo llegamos como ahora, cuando faltaban nueve jornadas, y teníamos 26 puntos. Ahora tenemos 37. Es un gran margen, pero no me fío nada en esta liga. Hoy, por ejemplo, nadie nos daba como favoritos y ganamos, cuando veníamos medio desarticulados», argumentaba Aguirre.

El técnico del Mallorca explicaba que la baja de Gio se debía a que al jugador uruguayo «se le había ido la rodilla» en el último entrenamiento del equipo. «No tenemos carril zurdo y era complicado poner a Marcos (Fernández) en un partido de esta envergadura. Me decanté por Antonio (Sánchez) por su recorrido. Al minuto 60 ya no podía con las patas y me ayudó Amath al final», repasaba el mexicano. «Llevamos dos semanas con muchas bajas pero en dos salidas difíciles salvamos los papeles».