Imagen de Antonio Asensio junto a la fachada del Lluís Sitjar. | Archivo UH

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En la historia del Real Mallorca, sobre todo la época moderna, no se entiende sin recordar la figura de Antonio Asensio Pizarro (1947-2001), empresario periodístico y máximo accionista del club balear desde mediados de los 90. Este 20 de abril de 2023 se cumplen 22 años de su fallecimiento. El triste desenlace se produjo cuando Asensio contaba con 53 años de edad a causa de un tumor cerebral que pese a plantarle cara y luchar durante varios meses no pudo superar.

Su llegada a la entidad se produjo en un momento de máxima incertidumbre en el verano de 1995. El mes de agosto de ese año el doctor Bartolomé Beltrán se hizo con las riendas del club contando con el apoyo del soporte mediático de Antena 3 TV y del músculo económico del Grupo Zeta.

En ese instante la historia cambió. Por aquellos años no existía el juego limpio financiero y las televisiones empezaban a ofrecer importantes cantidades económicas a los clubes de fútbol. Antonio Asensio apostó por varios de ellos, pero principalmente lo hizo con el Mallorca y desde ese momento la historia hizo un giro radical.

Esa temporada el sueño del ascenso a Primera División no se pudo cumplir, pero sí el segundo dando inicio de esta manera a una gran etapa deportiva y social. Bajo su mandato se alcanzó una final de la Copa del Rey, otra de la Recopa de Europa y se consiguió la Supercopa de España además de disputar la Liga de Campeones. En la Liga en Primera División el equipo finalizó en Tercera Posición en dos ocasiones. Ya con un protagonismo inferior del Grupo Zeta, en 2003 se consiguió el trofeo de la Copa del Rey, sin duda gracias también a la inercia y labor llevada a cabo durante los últimos años.

Antonio Asensio empezó en el Mallorca en segundo plano, pero poco a poco se fue sumergiendo en la realidad del club y de la sociedad mallorquina y mallorquinista en especial y llegó a ser habitual en los partidos en el Sitjar y en Son Moix y también en los viajes, principalmente por Europa. Llegó a ser una persona muy cercana tanto para la afición como para los periodistas y guardó siempre una gran relación con futbolistas y entrenadores. Asensio hizo público el 14 de junio de 1998 que era el propietario

Antonio Asensio y su grupo empresarial apoyaron al Real Mallorca a partir de los dos últimos años que el equipo estaba en Segunda. Sin embargo, no fue hasta el mes de junio del año 1998 cuando hizo público que tomaba directamente las riendas de la entidad. El acto tuvo lugar en el hotel Melià de Mar de Illetes, donde presentó a sus hombres de confianza tanto del Grupo Zeta como los ejecutivos que apoyarían el proyecto desde Palma. En ese grupo había rostros como el de Mateu Alemany, Vicenç Rotger, Joan Buades, Toni Tugores, Toni Tacha, Pep Bonet, Vicenç Reynés entre otros miembros históricos de la entidad bermellona.

Su pasión por el club fue tal, que llegó él mismo a implicarse en fichajes de jugadores y entrenadores. Una de las anécdotas fue cuando voló a Buenos Aires para intentar fichar a Carlos Timoteo Griguol, que en su día fue maestro de Héctor Cúper. La contratación no pudo llevarse a cabo. Sin embargo, fueron muchos más los aciertos que los desaciertos en esas fechas y de la mano de Pep Bonet, a la Isla llegaron grandes jugadores y entrenadores, como por ejemplo Luis Aragonés.

El día 3 de marzo del año 2000, concretamente el día después de que el Mallorca jugara un partido contra le Mónaco y que ganó por 4 goles a 1, fue la última vez que Antonino Asensio estuvo en Son Moix. En noviembre de ese mismo año inauguró la nueva planta impresora de El Periódico en Barcelona siendo consciente ya de la enfermedad que sufría. A partir de ahí se apartó de la escena pública y empezó el calvario de hospitales y viajes para ser tratado del tumor cerebral. Su lucha se prolongó hasta que un 20 de abril de 2001 falleció coincidiendo con la presencia del equipo en Villarreal para disputar un partido de Liga.

Tras su fallecimiento tomó las riendas del club su hijo, Antonio Asensio Mosbah, que trató de seguir la estela de su padre, pero en general faltaba ese entusiasmo que imprimió la figura de Antonio Asensio Pizarro. Sin duda fue una figura importantísima en la historia del Mallorca ya que con él todo empezó a cambiar y se saborearon las mieles de la élite en mayúsculas del fútbol profesional en la Isla.