El centrocampista del Real Mallorca Iñigo Ruiz de Galarreta posando en las gradas del estadio de Son Moix. | R.D.

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El lunes, el Mallorca juega contra el Athletic y uno de los futbolitas que vivirá el choque de una forma especial será Iñigo Ruiz de Galarreta. Ausente ante el Atlético por cumplir un partido de sanción, esta jornada vuelve al once para medirse al que será su equipo a partir de la próxima temporada. Los esfuerzos que ha llevado a cabo el Mallorca por renovar su contrato no han dado sus frutos y Javier Aguirre ya ha manifestado en reiteradas ocasiones que con vistas a la próxima temporada el jugador ha decidido cambiar de aires.

El Mallorca ha podido disfrutar de un centrocampista muy dinámico, con un gran toque de balón y que poco a poco fue ganándose un lugar en el once titular hasta convertirse en imprescindible. Lo cierto es que hay mucha diferencia al Mallorca con o sin él en la zona ancha porque más allá de algún encuentro en el que no ha brillado como en otros partidos, por norma general, Iñigo es quien más luz ha dado al once bermellón en la zona de creación. Desde que se especuló con la posibilidad de que el futbolista recale en San Mamés hace ya muchos meses, el jugador no ha vuelto a llevar a cabo declaraciones ante los medios más allá de hacerlo en la finalización de algún partido a las televisiones con los derechos de transmisión y que no salen del círculo de lo ocurrido sobre el terreno de juego.

Sin embargo, más allá de esta circunstancia, Galarreta se ha mantenido alejado de los micrófonos tal y como sucedió el pasado curso con Oliván, que a mitad de temporada había ya fichado por el Espanyol. En ambos casos el compromiso de ambos está fuera de toda duda. Ni Oliván en su momento, ni tampoco esta campaña, Galarreta ha dejado de poner el pie ni de jugar al cien por cien en todos los encuentros.

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Aguirre también ha destacado este aspecto de Íñigo que, pese a no seguir en la Isla la próxima temporada, está dándolo todo cada partido que juega. Y este lunes salvo sorpresa, volverá a jugar para dotar al centro del campo del criterio necesario para armar fútbol y tener más protagonismo con la pelota.

El futbolista tiene un peso muy específico en el equipo porque además de crear posibilidades de avanzar con el balón, también lleva a cabo un gran trabajo de contención hasta el punto de arriesgar demasiado y jugarse la tarjeta. De hecho, esta pasada semana no pudo jugar al guardar un partido de sanción.

Frente al Ahtletic su participación será importante porque el Mallorca quiere reafirmar su condición de equipo ya salvado y un triunfo le permitiría sumar 43 puntos, situándose ya más ceca de la mitad superior de la tabla. Consumida la jornada 31 y con el telón de la 32 alzado, el Mallorca se ha situado a mitad de camino del descenso y las plazas que dan acceso a disputar competiciones europea la próxima temporada.

A falta de siete partidos por disputarse, es decir, aún con 21 puntos en juego, los hombres de Javier Aguirre disponen de margen sobre el precipicio que aboca a Segunda División y están también a tres partidos de sacar un billete para la próxima edición de la Europa League. Pero ahí entran un número de equipos mejor situados y cuyo granreto son las mieles del Europa. Más que nunca hay que ir partido a partido y esperar.