Josep Ginard, presidente de la Hermandad de Alfonsinos. | Miquel Alzamora

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La Hermandad de Alfonsinos del Real Mallorca celebrará el próximo domingo en el estadio de Son Moix, concretamente en la sala de trofeos, su comida anual aprovechando el primer parón de la Liga y que servirá para conmemorar el 107 aniversario de la fundación del club. Antes de la comida tradicional y que en esta ocasión cambia de ubicación, el capellán de la Hermandad dirigirá unas palabras en memoria de los asociados fallecidos y posteriormente se hará entrega del prestigioso Trofeo Guillermo Oliver Salas, que en esta ocasión recae sobre el entrenador del primer equipo, Javier Aguirre. Los asociados o seguidores de la Hermandad que lo deseen todavía están a tiempo de acudir al evento, aunque ya quedan pocas plaza del centenar previsto para cubrir el aforo.

Pep Ginard, presidente de la Hermandad de Alfonsinos, agradecía al Mallorca las facilidades que ha dado para la organización del evento y a su vez también destacaba la colaboración y apoyo que reciben por parte de los gestores del club, en especial de Alfonso Díaz, CEO de negocio de la entidad. «Vamos quedando pocos y nuestra labor es hacer lo posible para que la Hermandad continúe vigente. Es difícil implicar a gente más joven, pero hacemos todo lo que podemos. Nuestro deseo es ir de la mano de la Asociación de Veteranos porque en ambos casos el gran reto que tenemos es mantener vivo el espíritu de la Hermandad de Alfonsinos como de los veteranos del Mallorca», explicaba. «Este domingo vamos a rendir homenaje a nuestro entrenador por haber logrado el objetivo principal de mantener la categoría la temporada pasada», manifestó.