Antes de que el balón empezara a dar vueltas el Mallorca ya sabía que pasaría otra semana fuera de la jaula del descenso ocurriera lo que ocurriera en Madrid. Granada, Celta y Almería, esos mismos equipos que llevan toda la temporada bajos sus pies, habían vuelto a fallar y sus ahorros seguían siendo menores que los de los isleños con dos partidos más. En ese contexto poco hostil y con dos citas marcadas con un gran círculo rojo en la próxima línea del calendario, Javier Aguirre prefería no forzar la máquina. Ni con Raíllo, lastrado por las molestias que arrastraba, ni con Maffeo o Larin, con un montón de kilómetros a la espalda y las secuelas del virus FIFA en las piernas. En total, armaba el mexicano un once con cinco entradas con respecto al partido de 21 días atrás: Copete, Toni Lato, Abdón, Darder y Dani Rodríguez.
El Mallorca llegaba al descanso sin apenas arañazos en el chasis. Bien plantado en torno a su área y obstruyendo las arterias del Atlético, el equipo rojinegro conseguía que los de Simeone apenas le inquietaran más allá de los típicos arreones iniciales. El más descarado de todos, lanzado por Samu Lino desde el perfil izquierdo y rematado alto por Correa. Fuera de eso y hablando en clave rojiblanca, mucha jugada embarullada, acciones inconexas y algún fuera de juego. Pero daño, lo que se dice daño, más bien poco.
En el área de enfrente tampoco pasaban grandes cosas, pero el Mallorca, despojado de Larin y con Abdón solo en punta, encontraba gotas de petróleo de vez en cuando. A veces, fruto de la presión, como en el caso de Abdón, que forzaba un error de Oblak, o de la pizarra. Nastasic estaba a punto de marcar en la misma portería en la que ha anotado el único tanto de su carrera como bermellón, pero su remate no encontraba la diana y había sido invalidado por un supuesto fuera de juego que luego habría tenido que reafirmar el VAR. Se llegaba al intermedio con un estéril dominio colchonero, sin tiros entre los tres palos y la sensación de que el Mallorca estaba entero.
La segunda mitad amanecía con dos oportunidades claras de Álvaro Morata. En la primera el internacional español obligaba a Rajkovic a trazar una sus intervenciones protectoras y en la segunda, originada a partir del talento de Samu Lino, remataba desviado cuando solo tenía por delante al portero serbio. Seguía su estela Correa con un suave disparo malintencionado, ya en plena ofensiva atlética.
Con el campo cuesta abajo y justo cuando los dos entrenadores empezaban a gastar los comodines de los cambios, llegaba el vuelco total y definitivo. Griezmann burlaba la marca de Copete y alojaba el balón en las redes bermellonas con un excelso cabezazo a centro de Mario Hermoso. El plan de Aguirre caducaba de golpe.
Con el guantazo de Griezmann dibujado en la mejilla y sin rutas alternativas en el navegador, el Mallorca se quitaba el cinturón de seguridad y se tiraba a por el empate. Avisaba Larin haciendo recular al Atlético e insistía Gio con una volea escorada desde fuera del área que sacaba del letargo a Jan Oblak. Pero la mejor oportunidad se escurría por las botas de Amath, que tras librarse de Witsel por velocidad de Witsel definía fatal ante el portero esloveno y dejaba escapar la ocasión de romper el hechizo de un estadio que volvía a confirmar lo que todos casi todos esperábamos: la vida sigue igual para el Mallorca.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Mirandes x2 Racing, Cartagena y CornellaSi consiguen 5 puntos podrán hacer una peregrinación a Lluc porque dudo que ganen los dos partidos de la semana que viene y el del Sevilla de la siguiente. Así como van, lo normal es conseguir 1, 2, 3 o ninguno... El Valladolid hizo un gran negocio y metió un golazo por la escuadra al Mallorca con el traspaso de Larin! A mi este fichaje me recuerda al de Alex Alegria que vino al Mallorca porque antes hizo una temporada buena. Solo una.
Márchese hoy mismo Sr Aguirre
Otro partido sin tirar a puerta para variar. Miedo me dan los 3 próximos partidos. O salimos del pozo o nos acabamos de hundir
Ya sabemos que esta plantilla da para lo que da, pero quien realmente nos mandará al infierno es este entrenador