La indefinición del Mallorca de Javier Aguirre ha calado en los números, que son los que reflejan el estado real del grupo. Es el rey del empate, con ocho, por delante de Betis, Rayo Vallecano y Getafe, aunque ninguno de ellos acumula tantas igualadas en su propio terreno de juego. Echando un vistazo a los otros campeonatos de referencia en Europa (Inglaterra, Alemania, Italia y Francia) solo el Udinese, de la Serie A, empata más (9). En cuanto a los seis que lleva escenificados como local, hacía más de tres décadas que ningún equipo firmaba una racha de empates tan prolongada en su propia morada. Y el anterior en hacerlo fue, precisamente, el Mallorca en el año 1991.
Por supuesto, es difícil dar con otro despegue tan defectuoso como anfitrión del Mallorca, que ya inició el curso en Palma con una derrota contra el Villarreal. Desde el traslado a Son Moix no hay ejemplos. Y mirando a lo que pasó cuando el equipo todavía jugaba en el Lluís Sitjar hay que girar mucho la cabeza. Desde 1983 llevaba sin retrasar tanto tiempo su primera victoria de la temporada en casa el conjunto bermellón. En aquella temporada, en la que pasaron hasta tres entrenadores por su banquillo —Koldo Aguirre, Serra Ferrer y Marcel Domingo— estrenó el casillero de triunfos en la capital balear en la que era su octava función, contra la Real Sociedad (2-1, jornada 16).
La falta de gol es el otro pedrusco que lleva el Mallorca en la mochila. Únicamente ha marcado uno en las últimas seis jornadas, el de Abdón Prats al Cádiz. Y en Son Moix solo ha celebrado cuatro. El del pasado miércoles contra el conjunto andaluz, los dos que le endosó al Barça y el de Dani Rodríguez al Valencia. Afortunadamente para el equipo, tampoco ha recibido demasiados pese a que el balance es negativo: cinco. Eso quiere decir que, en total, los habituales del estadio solo han contemplado nueve dianas desde que empezó a rodar el balón en verano. El único estadio de las grandes ligas continentales donde se registra una actividad un poco más baja en las porterías es el del Niza, donde los locales han marcado siete veces y han encajado una.
El público de Son Moix, que la temporada pasada disfrutó de una gran temporada, ha empezado a cansarse de lo que propone y ofrece el Mallorca, sobre todo cuando actúa como local. Un malestar que ya se reflejó este domingo contra el Alavés, con los primeros pitos y protestas contra el equipo, especialmente después de una primera parte terrible. Ahora la plantilla podrá tomarse un respiro a domicilio con la excusa de la Copa del Rey, en la que visitará al modesto Valle de Egüés (miércoles, 19.00 horas), pero el sábado tendrá que comparecer otra vez en su estadio para intentar pagar todas esas deudas que se le van amontonando a las puertas del vestuario. Viene el Sevilla. Y si no es una final, se le parece.
El apunte
Diez partidos sin ganar once años después
4 comentarios
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Condición necesaria, aunque no suficiente, para salvarnos: Aguirre a la calle.
Y el campo donde en cada partido falta más gente. Al final tendrán que poner entradas a 10 euros y zona vip a 50 para que vaya la gente porque el espectáculo es soporífero. Prefiero mil veces jugar un buen fútbol en segunda división que jugar de esta manera en primera.
El mallorca no tiene entrenador ni equipo,un par de jugadores se salvan pero ya está,abndon prats no tiene categoria para ser titular y larin ni hablemos.
El domingo vimos otra vez como los equipos visitantes cuando atacan suben casi todos y recuperan la posición defensiva inmediatamente, el Mallorca por contra no suben rápidamente quedando cuatro en defensa. Por aquí se pierde la oportunidad de crear juego y peligro, todo esto es responsabilidad del Sr. Aguirre.