Los jugadores del Mallorca celebran uno de sus goles durante el partido del pasado jueves contra Osasuna en Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

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El Real Mallorca sale del 2023 de la misma manera que entró: ganando en casa y poniendo distancia con el precipicio. El conjunto de Javier Aguirre, de vacaciones hasta el próximo día 28 y con la agenda de partidos despejada hasta el día 3 tras colocarse cinco puntos por encima del descenso, guarda en el cajón doce meses de competición en los que ha vivido casi siempre por encima de la media. En los 41 partidos de Liga que ha disputado entre enero y diciembre ha juntado 49 puntos, una marca muy similar a la que sumó durante la temporada pasada que lo situaría en la mitad superior de una clasificación correspondiente al año natural. Fuera del descenso en todo ese tiempo —no pisa la zona roja desde mayo de 2022—, la mayoría de la cosecha la ha recolectado sobre el césped de Son Moix, donde solo ha perdido dos partidos. Únicamente el Elche, a principios de marzo, y el Villarreal, a mediados de agosto, han profanado el templo mallorquinista.

De las 23 formaciones que han jugado en Primera División durante 2023 —17 lo han hecho al completo— solo hay una decena que hayan facturado más que un Mallorca que en las últimas jornada de diciembre ha ido arreglando buena parte de los desperfectos con los que empezó la temporada. Metido en la parte baja desde el principio, entre finales de septiembre y principios de este mes llegó a pasarse diez jornadas sin ganar. Sin embargo, se va de vacaciones tras encadenar otros cinco sin perder en los que además ha vencido en dos. Una mejoría que, unida al descontrol que impera en la zona baja, le ha permitido marcar el terreno y distanciarse del peligro ahora que también se acaba la primera vuelta.

El Mallorca cambia de calendario después de 21 partidos en Son Moix en los que ha ganado casi la mitad (10) y en los que su público ha celebrado 25 goles, casi el doble de los que ha recibido (13). Clave en el crecimiento durante el ejercicio anterior, que llevó al equipo a coquetear con Europa muchos años después, el paso de una temporada a otra ha suavizado un poco los números, aunque las últimas victorias ante Sevilla y Osasuna han reconciliado de nuevo a la plantilla y la grada.

Si en Palma el Mallorca ha funcionado como un reloj la mayor parte del tiempo, fuera de casa ha sufrido más problemas. De la veintena de partidos que ha representado con el traje de visitante puesto solo ha ganado dos. Curiosamente, ambos han sido en el mismo campo: Balaídos. La campaña anterior se impuso al Celta en su estadio con un tanto de Amath Ndiaye y en septiembre con uno de Vedat Muriqi.

Lo que también se ha disparado fuera de los muros de Son Moix, al margen de las derrotas, han sido las cifras de goles encajados: 37. Solo el Almería, desplomado y en coma en esta segunda parte del año, ha perdido más partidos y ha recibido más goles en contra como forastero en los últimos doce meses.

El apunte

Vacaciones hasta el día 28 de diciembre

La plantilla del Mallorca disfruta de unos días de descanso con motivo de las fiestas navideñas y no volverá al trabajo hasta el día 28, cuando empezará a preparar el siguiente partido de Liga contra el Real Madrid (3 de enero) y el de Copa del Rey contra el Burgos (7 de enero).