Javier Aguirre, entrenador del Real Mallorca, durante un entrenamiento del equipo en la ciudad deportiva Antonio Asensio. | RCDM

TW
2

Al Real Mallorca le aguarda otro inicio de año en pendiente. Liberado después de esa racha de buenos resultados que cosió antes de las vacaciones de Navidad y que le ha separado a cinco puntos del descenso, el equipo de Javier Aguirre le quitará la tapa al 2024 frente al Real Madrid, en un Santiago Bernabéu donde no gana ningún forastero desde el pasado mes de abril (Villarreal, 2-3). Solo cuatro días después, será la Copa del Rey la que reclame a los baleares con una exigente eliminatoria, también fuera de casa y a partido único, contra el Burgos de Segunda División.

Normalmente le cuesta al Mallorca echar a caminar por las deslizantes rampas de enero, aunque sus números más recientes dicen junto lo contrario. El 2023 empezó cargado de regalos. Una apurada victoria copera en Pasarón frente al Pontevedra (0-2) y un elaborado triunfo en Son Moix contra el Real Valladolid gracias al enésimo milagro de Abdón Prats (1-0), modificaron un historial lleno de tachones. En Primera División el conjunto isleño había empezado perdiendo los dos años anteriores. En 2022 contra un Barça con más jugadores del filial que del primer equipo (0-1) y el 2020, antes de que estallara la pandemia, cayendo por la mínima en el campo del Granada (1-0). Antes de eso, la última referencia databa del 2013, contra el Atlético de Madrid y Joaquín Caparrós en el banquillo de Son Moix (1-1).

Noticias relacionadas

En la última década el Mallorca tampoco mejoró los datos durante su paso por la Segunda División, donde solo ganó los primeros encuentros de 2017 (Mirandés, 2-0) y 2015 (Albacete, 2-0). Ni siquiera ante los ojos de la que después iba a ser su nueva propiedad, en el Martínez Valero de Elche (2016, 1-1). De hecho, la escuadra rojinegra también patinó al abrir el año estando en Segunda B después de un empate sin goles en casa frente al Peralada (2018).

El 2024 empezará cargado de trampas para el Mallorca, que si quiere recoger algo del césped del Santiago Bernabéu deberá romper la buena racha del Madrid, sobre todo en casa, y ganar en un estadio del que no se lleva nada desde mayo de 2009. Luego vendrán el Celta y la inauguración de Son Moix (13 de enero) o la visita a Villarreal (22 de enero), pero esa ya será otra historia.