En un vídeo difundido por el club balear, que dirige el técnico mexicano Javier Aguirre, este martes los futbolistas lanzan el mensaje de «suerte y que gane el mejor», en euskera los bermellones, y en catalán, los rojiblancos. También subrayan que la final «debe ser una fiesta», independientemente de qué equipo levante el trofeo.
La final ha generado una gran expectativa tanto en Mallorca como en Bilbao. Las entradas que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) puso a disposición de los aficionados de ambos clubes están agotadas. La movilización de más de 20.000 seguidores mallorquinistas a la capital hispalense será la mayor de la historia para el Mallorca, que ya ha disputado otras tres finales. En el conjunto balear solo el técnico Gregorio Manzano alcanzó la gloria con la victoria mallorquinista frente al Recreativo de Huelva en Elche (2003); Lorenzo Serra Ferrer y el argentino Héctor Cúper vieron cómo el trofeo se les escapaba ante el Atlético de Madrid (1991) y FC Barcelona (1998), respectivamente.
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