Victoria de permanencia en Son Moix

En la primera parte el Mallorca disputó un partido prácticamente perfecto. Aguirre alertó de la posibilidad de que Las Palmas viniera a Son Moix a tener la pelota y a partir de ahí edificar el guion del encuentro, pero el conjunto balear evitó que esa hoja de ruta pudiera llevarse a cabo. Fue el once balear quien tuvo más el balón, quien vivió casi continuamente en el campo rival y quien generó mucho más ante la meta contraria defendida por Vallés.

Desde el primer instante de juego el tratado de intenciones quedó en evidencia porque en el saque de centro el conjunto rojillo empezó a inclinar el campo a su favor. Dos aproximaciones, una de Antonio Sánchez y otra de Gio reflejaron la idea de un equipo que buscaba el gol y otro que no terminaba de asentarse sobre el campo. La posesión, la distribución de balón y las llegadas con relativa fluidez caían de cara del once bermellón. Las Palmas trataba de taponar sus vías de agua, pero era impotente ante las opciones que ofrecía el once de Aguirre tanto por los dos costados, con Jaume Costa y Gio como por el centro, con Samú y Antonio Sánchez.

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Las Palmas solo tuvo un acercamiento algo tímido en un disparo lejano de Muñoz, que salió muy por encima de larguero. Se cumplía el cuarto de hora y un minuto después la réplica fue para los mallorquinistas. Samú centró desde la banda y Larin buscó el remate, pero no llegó por poco. De haber conectado el gol habría subido al marcador. Merecía marcar el Mallorca por muchos motivos, pero sobre todo por presencia en el campo y por ser quien más y mejor buscaba desnivelar el marcador.

Y el fruto a su labor tuvo la recompensa en el minuto 28 cuando de nuevo el equipo ejecutó con maestría una jugada marca de la casa. Pase largo desde su propia área de Rajkovic buscando la zona de tres cuartos del campo rival. Ahí Raíllo controla y cede en corto para Jaume Costa. Su centro al corazón del área encontró a un entonado Gio González, que lanzó a puerta sin pensarlo enviando el balón al fondo de la red. Entorpeció la acción Álex Suárez y la pelota terminó en gol. 1 a 0 y a esperar el final del primer tiempo. Hasta el descanso no sucedió mucha cosa. El Mallorca exhibió una fortaleza superior al rival y sobre todo, mostraba que esta vez sí quería ganar el partido.

En la segunda parte Las Palmas tuvo más el balón, pero solo fue capaz de crear peligro en una acción y ahí apareció Rajkovic para salvar a su equipo. A los sesenta minutos Moleiro, que había entrado tras el descanso por Benito, metió un zapatazo desde la frontal que tomó dirección a puerta. El esférico se envenenó con mucho peligro y la mano del guardameta fue decisiva para sostener al equipo en el marcador. A partir de ahí el Mallorca peleó para que Las Palmas no avanzara y el equipo canario le metió las ganas justas para salir con cierta dignidad. Al final uno a cero y el Mallorca que sella la permanencia una temporada más en Primera División, una salvación que no es matemática pero que ahora ya no se le va a escapar.