Pablo Maffeo, que tiene contrato con el Mallorca hasta el año 2026, ya ha dejado claro en más de una ocasión que le gustaría cambiar de aires en verano tras tres temporadas en el club. | CATI CLADERA

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Se apaga la temporada y acaba un ciclo para algunos de los habitantes del vestuario del Mallorca. Además de Javier Aguirre, que el domingo dirigirá por última vez al conjunto balear en Getafe —el mismo escenario de su debut en abril de 2022— hay tres jugadores de la plantilla cuyo contrato caduca el próximo 30 de junio, dos futbolistas cedidos y otros, que pese a tener por delante varios años de vínculo con el club, insisten en buscar una salida este mismo verano. Uno de ellos es Pablo Maffeo, que este martes volvía a abrir la puerta y dejaba entrever su marcha.

El Mallorca tendrá que decidir qué camino toma con los jugadores a los que les restan unas semanas para desligarse oficialmente del club, aunque cada uno de ellos se encuentra en una situación muy diferente. Por un lado está Jaume Costa, que ha manifestado públicamente su intención de continuar otro año más si el club se lo propone. Pese a ser uno de los más veteranos del grupo (36 años) está entre los once futbolistas que más minutos han jugado y ha participado en más encuentros que Toni Lato, incorporado el pasado verano para elevar la competencia en su mismo puesto.

Otro caso muy diferente es el de Matija Nastasic. El serbio ha firmado dos veces por el Mallorca y en ambas el último día del mercado y por solo una temporada. Ha tenido momentos muy buenos de juego durante el curso y está en una posición muy ventajosa para elegir destino, algo que ya intentó hace un año antes de volver a sumarse al proyecto bermellón.

En el último lugar de esa fila está el Pichu Cuéllar. El extremeño fue la gran sorpresa del verano anterior y llegó, avalado por Javier Aguirre, para ser el tercer guardameta y desempeñar un rol muy concreto en la sombra, algo con lo que ha cumplido perfectamente.

En el capítulo de cesiones también hay movimientos a la vista. Por un lado está el caso de Nemanja Radonjic. El serbio, cedido por el Torino el pasado mes de enero, llegó con una opción de compra obligatoria en función de una serie de objetivos y lo cierto es que su rendimiento no ha terminado de ser significativo. Sus apariciones, como su fútbol, han sido fugaces. Ha dejado detalles interesantes pero no ha terminado de convencer ni al técnico ni a la afición, a la que ha llegado a desesperar en ciertos momentos.

El otro nombre sobre el que debe pronunciarse el Mallorca es el de Nacho Vidal. El valenciano aterrizó en el club en invierno por la lesión de Maffeo y cuando le ha tocado jugar ha estado a un gran nivel. Sería un refuerzo interesante de cara al curso que viene, ya que la opción de compra que hay firmada con Osasuna es asequible: 350.000 euros. Sin embargo, si se confirma el fichaje de Jagoba Arrasate debería dar el visto bueno. Contó mucho con él en sus primeras temporadas en el conjunto navarro aunque al final reforzó su apuesta por jugadores como Jesús Areso o Rubén Peña. Todo apunta a que la continuidad del lateral, de 29 años, dependerá de la decisión del técnico.

Nacho Vidal también será un buen fichaje si se concreta la marcha de Pablo Maffeo. El jugador, con contrato hasta 2026, está cuajando su temporada más discreta desde que viste de rojo y negro y ha dejado entrever en varias ocasiones, a través de palabras o gestos, que quiere cambiar de aires. La última que lo hizo fue ayer, durante una intervención en Jijantes. «El club ya sabe lo que pienso y yo sé lo que piensa el club. Cuando llegue el mes de julio y empiecen los movimientos ya veremos lo que pasa», le contaba en un ambiente distendido al periodista Gerard Romero.

Más salidas puede haber en la portería por esa reforma que propiciará la vuelta de Leo Román, cedido al Oviedo. El regreso del ibicenco traerá cambios en una de las posiciones mejor cubiertas, ya que lo más lógico es que entre Predrag Rajkovic y Dominik Greif haya un algún traspaso.