Javier Aguirre, en su última rueda de prensa en Palma como entrenador del Mallorca. | Pere Bota

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La salida de Javier Aguirre del Real Mallorca sigue levantando polvo semanas después. Esta vez ha sido el propio entrenador mexicano el que ha reabierto el tema aprovechando una entrevista concedida a un medio de su país por videoconferencia desde Madrid, donde este fin de semana asiste a la boda de uno de sus hijos. El Vasco ha criticado las formas utilizadas por el club y aunque dice que entiende la decisión final, no comparte ni los plazos de su marcha ni cómo se produjo.

«Me gustaría que me lo hubieran dicho a la cara», decía Aguirre en Caliente TV. «Empezó en el periódico un mes antes a salir de nombres de futuros entrenadores del Mallorca y eso no está bien. Porque se filtra información por parte del club», se lamentaba el extécnico bermellón. «Yo no dije nada. Tiré de la experiencia. Sabía que el desenlace podía ser este, que no me renovaran y me dediqué a hacer mi trabajo, a entrenar al equipo en Primera División y cuentas claras», explicaba el mexicano, que aclaraba que todo sucedió «después de la final de Copa».

Aguirre trataba de justificar la decisión de la dirección deportiva del Mallorca. «Fueron casi noventa partidos o así. Puedo entender que la gente se agota del discurso, se cansa del estilo de juego, de Javier, quieren a otro… No hay bronca. En el fútbol, la forma es fondo. Yo soy un hombre mayor, ya cada vez quedamos menos. Por ahí está Pellegrini, Ancelotti, yo… Ahora hay muchos chavos jóvenes, bien guapitos, bien relamidos, peinados, que les va muy muy con el computador, el programa, y tú te vas quedando medio obsoletón. Solo eres útil para ciertas cosas», apuntaba Aguirre.