Dos jornadas y dos versiones contrapuestas. De la ilusión de tutear al Real Madrid a pecho descubierto, a la decepción de perder en Pamplona sin apenas levantar la voz. Una semana después de su fastuosa puesta en escena en el mejor escaparate posible, el Real Mallorca menguaba al salir de su refugio y recibía su primer baño de realidad en El Sadar tras una función plana y escasa en contenido. Un partido que poco tenía que ver con el del estreno y que terminaba en una dura caída, más por las sensaciones que deja que por su efecto real. Una derrota que enfría los ánimos y devuelve la mirada al mercado, donde el club se jugará esta semana mucha de la credibilidad del proyecto.
Si algo está claro 180 minutos después, es el que el Mallorca de Jagoba Arrasate continúa en obras. Algo normal a estas alturas del calendario y más aún cuando todas las plantilla permanecen abiertas. Situado a mitad de camino de lo que dejó ver contra el campeón y de lo que se quedó sin mostrar en el campo de Osasuna, despojado de la motivación del estreno y sin tener delante a una colección de estrellas mundiales, el cuadro bermellón sigue enseñando unas carencias que deberán subsanar el trabajo del cuerpo técnico y, sobre todo, el de la dirección deportiva, obligada a tapar en estos últimos días de mercado todos los agujeros que no ha cubierto durante los últimos meses.
Casi sin tiempo para hacer la digestión y asumir lo que ocurrió en Pamplona, Arrasate tiene que rearmar al Mallorca para un nuevo compromiso que probablemente no tendrá nada que ver con los dos anteriores. El técnico vasco, que hasta ahora se ha apoyado sobre un mismo bloque, tampoco tiene mucho más donde elegir en algunas posiciones, aunque deberá empezar a rotar por exigencias del guion. El de este martes, contra un Sevilla necesitado, será su segundo encuentro en cuatro días y el sábado toca volver a hacer las maletas para viajar a Leganés y someterse allí a un nuevo examen para comprobar cuál es su fiabilidad a domicilio, que ya estaba bajo sospecha la temporada pasada.
A los problemas que tenía Arrasate para encontrar argumentos de peso en los extremos se le unen ahora los del lateral derecho, una posición que a principios de verano estaba acorazada y ahora, tras el traspaso de Gio González y la lesión de Mateu Morey, se encuentra en el chasis. Pablo Maffeo, que parecía destinado a salir del club durante el cambio de un curso a otro, va a tener que multiplicarse en este comienzo de ejercicio. Ahí se le han empezado a ver las costuras al trabajo de Pablo Ortells, que necesita encontrar a un futbolista con el que agrandar el fondo de armario en esa orilla de la defensa. Sobre todo después de dejar escapar al osasunista Nacho Vidal, que cumplió cuando tuvo que hacerlo durante la segunda mitad de la temporada pasada y que podría haber continuado en Son Moix por una cantidad muy asequible. La opción de compra que se pactó con Osasuna era de 350.000 euros.
Ortells también debe blindar los extremos, la asignatura pendiente con la que carga desde que el nuevo técnico asumió el mando. Necesita firmar a dos jugadores para esa posición, aunque el técnico ya advirtió antes de que empezara a rodar el balón que prefería que viniera «uno bueno a dos medianos». A solo unos días de que acabe el mercado —se cierra el viernes a medianoche— no ha llegado nadie a excepción de Takuma Asano. Se le escaparon opciones como las de Luis Rioja y parecía tener bien encaminada la de bético Rodri Sánchez, pero de momento el futbolista extremeño sigue jugando con su equipo.
El apunte
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2 comentarios
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Contra el Madrid dieron el 150 %, era un escaparate muy importante para ellos, jugadores y técnico. En el Sadar dieron un 70 % y así nos fue. Siempre lo mismo, contra el Madrid y el Barça, que en teoría no son de nuestra liga, lo dan todo, luego contra los de nuestra liga bajan muchísimo sus prestaciones. Ves a saber el motivo!!! He visto los dos partidos, uno en Son Moix, y el otro por televisión. Me parecieron dos equipos totalmente diferentes.
No entiendo cómo Ortells ha dejado escapar a Nacho Vidal. Como decía Cruyff, el dinero ha de estar en el campo, no en el banco. Después de aterrizar en la realidad en Pamplona, como este equipo no se refuerce vamos a pasar muchos apuros. Que hay varios jugadores que, como mucho, son para segunda. La defensa, el centro del campo y la delantera necesitan refuerzos urgentes. Pero, eso sí, de calidad.