El Mallorca continúa siendo un puzle al que le faltan piezas. Una obra incompleta. Un guiso sin sal. Lejos otra vez de aquella cautivadora versión con la que se presentaba en la primera jornada, el once bermellón se guardaba en la mochila otro de esos empates que admiten múltiples lecturas. Bien en el tramo final aunque vacío y demasiado previsible hasta entonces, pasaba por diferentes estados durante los noventa minutos para volver a quedarse parado a unos pocos centímetros de la meta. Muriqi, Samú Costa y el canterano Marc Domènech, que podría haber firmado la mejor noche de su vida, perdonaban tres gran ocasiones frente a la puerta de Nyland y lo dejaban todo en el aire.
Sin tiempo ni espacio para procesar del todo el chasco de Pamplona, Jagoba cumplía con otra de las cosas que había anunciado desde que se sentó en el banquillo: las rotaciones en la portería. Tras dos jornadas con Greif bajo el larguero, Leo Román disponía de su primer turno de palabra y volvía a ser titular en Primera División, ahora con un montón de horas de vuelo encima gracias a su estancia en Oviedo. No era el único cambio del técnico de Berriatua, que también tiraba de bisturí de cintura para arriba. Situaba a Morlanes al volante en lugar de Mascarell e improvisaba por los costados (al menos de salida) con Antonio Sánchez y Larin, a la espera de lo que traiga en los próximos días el oleaje del mercado.
El Mallorca volvía a nadar en la espesura durante un primer tiempo de digestión pesada. Lejos de ofrecerse a intercambiar golpes, los dos equipos preferían jugar una partida de ajedrez y no precisamente de las rápidas. Los locales, que no tenían nada que ver con aquel equipo que salía al campo a impresionar al Madrid, tardaban más de diez minutos en llamar a la puerta del Sevilla y lo hacían sin mucha convicción. Un cabezazo manso de Muriqi sin apenas levantar los pies del suelo y un tiro lejano de Raíllo eran lo único destacado de la primera fase de un duelo que los andaluces optaban por macerar. Poco a poco iban elevando las líneas —y de vez en cuando la presión— los hombres de García Pimienta, con más facilidad para apretar el gatillo. Saúl iniciaba un pequeño tiroteo al que se sumarían de inmediato Lukebakio y Carmona, obligando a Leo Román a resoplar.
Con el partido palideciendo, el Mallorca probaba a salir del laberinto amontonando a mucha gente en la parcela central y entregándole los pasillos laterales a Mojica y Maffeo, pero ni así conseguía fabricar ocasiones el conjunto balear, que además dejaba las puertas abiertas a un posible contragolpe. Y así se lo hacía saber el Sevilla. El primer asalto, anestésico para el espectador, se apagaba entre la confusión y una falta de ideas alarmante.
La segunda mitad despertaba con el Sevilla lanzando a la papelera su mejor oportunidad, en las botas de Sow tras un centro desde la izquierda. A partir de ahí no iba a proyectarse demasiado en esa mitad del campo el conjunto hispalense. Porque un rebote de Juanlu que dejaba a Muriqi solo ante Nyland iba a despertar de golpe al Mallorca y a su público. El kosovar no acertaba en su remate final con la zurda, pero al menos avivaba un fuego que parecía no tener llamas. En la jugada siguiente era Samú Costa el que levantaba al estadio haciendo lo más difícil que podía hacer: mandar fuera un cabezazo con todo a favor a muy poca distancia de la portería. El defectuoso testarazo del portugués, a pase precisamente de Muriqi, terminaba de meterle el miedo en el cuerpo a los de García Pimienta, que ya no volverían a ser los mismos.
Arrasate volvía entonces a la casilla de salida. Quitaba a Larin y Antonio Sánchez para insistir en su plan de siempre: Dani Rodríguez y Asano. Nada más pisar el tapete el japonés ya se revolvía con un disparo a la media vuelta que mejoraba casi todo lo visto hasta ese momento.
Cuando el Sevilla parecía preparado para estirarse de nuevo Jagoba volvía a mirar al banquillo y a tirar de lo poco que le quedaba para ir más allá: Abdón y Marc Domènech. El juvenil debutaba y se quedaba muy cerca del partido soñado después de que en el minuto 94 le pasara entre los pies un envío de Samú Costa desde la izquierda. El delantero, que hace solo unos meses goleaba en el San Francisco y que es una de las mejores noticias del verano, armaba el pie una décima de segundo más tarde de lo normal. Lo justo para se le escapara el gol y para que se evaporara la primera victoria de la temporada. A falta de resultados, toca esperar fichajes y movimientos en los despachos antes de que el viernes, a medianoche, concluya la cuenta atrás. Pero esa es otra película. Y habrá que confiar en que termine bien.
16 comentarios
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Carne de segunda si no fichan.
El Mallorca tuvo 2 ocasiones claras no, lo siguiente. Eso en primera división se paga, podría haber ganado 1-0 o 2-0 tranquilamente porque durante un buen rato desplegó un buen fútbol, pero sí no defines gol no sirve de nada. ¿Alguien me puede explicar porque Abdon Prats sale siempre en los últimos minutos de juego? Amunt Mallorca!
A pagar el esfuerzo que hicieron contra el Real Madrid . Ya os lo dije.
Victor OctavioBueno, no todo es tan facil, se han hecho ampliaciones de capital con dinero del bolsillo de los propietarios para construir parte del estadio, ya que lo del fondo de inversión de la Liga no daba para tanto, y quedrán recuperarlo, es comprensible. Por desgracia no somos el City ni el PSG, ni el Villarreal..., y gracias que estamos en primera y con estadio nuevo. Nos podemos dar con un canto en los dientes.
Para mí,el titular está equivocado. Es cierto que Muriqi tuvo un mano a mano,y después 5 minutos de inspiración eln los cuales el Mallorca dispuso de 2 buenas ocasiones. Pero nada más. El Sevilla también tuvo 3-4 ocasiones para marcar. El empate fue justo a mí modo de ver,eso sí con algunos goles para que al menos el aficionado vea goles
Si Muriqui, Samu Costa y Domenech fallan a puerta abierta como ayer ocurrió , que puede hacer el entrenador, solo desesperarse.
Tenemos los mismos mimbres que el año pasado a excepción de Asano en el centro y Mujica que crea algo más de peligro en ataque, pero poca cosa más. Harían falta un delantero goleador, y gente para las bandas
Llevamos 2 semanas de liga y a tenor de los comentarios incluyendo algún anti, para algunos el equipo tendría que llevar ya entre 7 y 9 puntos, todo lo demás es un fracaso y nirviadas. Qué ganas de sufrir tenéis algunos, per favor.
I què voleu amb aquests jugadors!!!!! Més del mateix. Esperar que hagi tres equips pitjors i punt. I sinó, a Segona i s'ha acabat.
De momento mas de lo mismo, con Aguirre nos aburríamos pero cuatro años en primera y finalistas de copa, con Arrasate nos seguimos aburriendo y ya veremos como acaba