Susana con 'Nir' en una de las sesiones de vuelo en Son Moix. | Pere Bota

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Todos en un club de fútbol son necesarios e imprescindibles. Desde los futbolistas pasando por los técnicos, auxiliares, médicos, administrativos, jardineros, comunicación y márketing y personal de mantenimiento y limpieza. Sin olvidar también a la afición. Cada uno en su área juega un papel determinante en el día a día del Real Mallorca.

Pero sin duda si alguien lleva a cabo un trabajo silencioso y alejado de los aplausos de la grada esta es ‘Nir’, el nombre responde al diminutivo de ‘Nirvana’. Así fue bautizada el águila que cuida de uno de los bienes más preciados de la entidad rojilla: el césped. Susana es una de de sus cuidadoras y de las trabajadoras de la empresa Águilas Mallorca, regentado por Jaume Álvarez. El trabajo de ‘Nir’ es fundamental para que el césped esté en buen estado. Además del trabajo y el mimo con que el equipo de jardinería cuida el verde, existen otro tipo de enemigos que causarían un terrible perjuicio al mismo como son las palomas y la gaviotas. El arte de la cetrería se ha consolidado en el estadio de Camí dels Reis y la reina ahí es 'Nir'.

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Y ahí ‘Nir’ juega un papel fundamental. Cada día sobrevuela el estadio y da varias pasadas con una clara finalidad disuasoria. Ella no ataca, pero el resto de las aves no lo saben, simplemente se muestra imperial y su sola presencia hace que las aves que buscan semillas en el césped se marchen despavoridas. A la par se consigue también que las palomas no ensucien con sus excrementos ni el césped ni tampoco la zona de la grada. Esa labor se lleva a cabo cada día de lunes a viernes, pero también los fines de semana es necesario dar una pasada para evitar males mayores.

Los cuidadores de las águilas tienen una comunicación con todas ellas extraordinaria. La confianza es total y el servicio que llevan a cabo las rapaces como ‘Nir’ se nota cuando los jugadores se calzan las botas y saltan a jugar sobre el césped de Son Moix.

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De no ser porque durante la semana las rapaces han sobrevolado el estadio, no estaría en las mejores condiciones posibles y sería pasto de las aves que buscan las semillas recién sembradas como alimento para su día a día. Los vuelos disuasorios evitan que se posen sobre el campo, incluso cuando han terminado su trabajo, las aves siempre tienen ese temor a que en cualquier momento el águila pueda volar silenciosa y acometer un ataque.

Vuelos a diferentes alturas, paseos sobre el verde, vigilancia continua. ‘Nir’ tiene una mirada penetrante es el ‘jugador’ que más regates elegantes lleva a cabo en un campo de cinco estrellas.
Ella es la vigilante del césped y aunque no se lleva ningún aplauso ni por la megafonía suene su nombre, lo cierto es que lleva a cabo un papel fundamental para la buena salud del césped y del juego del Mallorca. Explica Jaume Álvarez que la presencia de águilas es habitual en campos de golf, aeropuertos, clubes náuticos o velódromos, por ejemplo. El vuelo de estos animales permite llevar a cabo una labor disuasoria clave. Además, las palomas son portadoras de enfermedades con sus excrementos y el temor a las águilas hace que desaparezcan.