Dani Rodríguez saluda a la afición del Mallorca desplazada a Pucela. | Carlos Gil-Roig

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El Real Mallorca tiene tirón. Mucho tirón. Estos últimos años incluso con Javier Aguirre en el banquillo la afición se mostró entusiasmada con los jugadores y la nueva etapa que vivía el club, pero este interés ha aumentado exponencialmente durante estos últimos meses, sobre todo porque el fútbol son resultados y si estos acompañan, mucho mejor. El nuevo proyecto de Jaboba Arrasate engancha a los seguidores cuya presencia en el estadio es sobresaliente en cada partido que juega el equipo rojillo en Camí dels Reis, pero poco a poco este interés se traslada también a los encuentros que el equipo juega a domicilio.

El club confirmó ayer que el primer equipo no estará sólo en el RCDE Stadium de Cornellà. 628 mallorquinistas acompañarán al Mallorca en el campo del Espanyol para disputar la jornada 9 en Primera División el próximo sábado a las 14.00 horas. Desde el Moviment Mallorquinista y la Unió de Penyes se ha movilizado a la hinchada que como es habitual ha mirado con especial atractivo el encuentro de esta jornada contra el Espanyol.

Atractivo especial

Barcelona tiene siempre un atractivo especial, es un viaje cómodo y que gusta mucho, pero además el equipo está dibujando una línea ascendente situándose en zona europea.
Todo ayuda para que en Cornellà pueda verse de nuevo a un Mallorca feliz en su juego, atrayente a la hora de generar fútbol y preciso de cara a la portería rival. La afición sabe que ahora va a ver a un equipo valiente, con ganas de ser protagonista del juego rival y como dijo Arrasate, que acude sin complejos a jugar en cualquier estadio. Los últimos ejemplos en Sevilla ante el Betis y en Pucela contra el Valladolid así lo indican.

Será otro partido lejos, otro examen de altura ante un Espanyol en horas bajas y que encadena tres derrotas consecutivas en esta fase de la temporada. Es evidente que en algún momento tiene que despertar, pero lo cierto es que el Mallorca es un mal enemigo para intentar hacerlo porque se ha mostrado muy difícil de batir. De hecho la cifra de seis goles en contra en ocho partidos da un claro indicio de la solidez defensiva que muestra el once de Arrasate y lo difícil que es batirle.

Sin embargo, no renuncia a marcar y a ser protagonista de los partidos. Futbolísticamente ha dado un paso adelante y la afición es consciente de ello, de ahí que se vuelque por completo en una temporada en la que quiere volver a disfrutar del fútbol, de su equipo y si es posible no sufrir como en años anteriores. Otro gran aliciente que tiene el partido ante el Espanyol está situado en el regreso de Sergi Darder a Cornellà vistiendo la camiseta del Mallorca en lo que es sin duda otro aliciente más para apoyar al futbolista, que seguramente se encontrará con un ambiente muy cargado en su contra.
Por todos estos motivos, la afición ha respondido y serán prácticamente setecientos los que en esta ocasión van a dejarse notar en las gradas de un campo que está viviendo otra vez el síndrome del terror al descenso.

Empezar mal se arrastra durante toda la temporada y el Espanyol ha firmado un inicio de campaña muy malo. Por contra, el Mallorca ha logrado dibujar una línea ascendente, aunque también hay que ser conscientes de lo difícil que es conseguir tres victorias consecutivas lejos de casa en la máxima categoría.