El centrocampista del Mallorca Sergi Darder (c) juega un balón durante el partido de LaLiga en Primera División que Real Valladolid y RCD Mallorca disputan este viernes en el estadio José Zorrilla. | R. García

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Un año después, Sergi Darder volverá a pisar un escenario que se convirtió en su hogar durante mucho tiempo. El centrocampista de Artà vivirá uno de los partidos más especiales de su carrera este sábado a las 14.00 horas, cuando pise el RCDE Stadium enfundado en la camiseta del Real Mallorca.

Darder, que está empezando a sacar su mejor versión en el equipo de su tierra, se prepara para visitar a sus excompañeros. No parece que el ambiente para recibir al que un día fue el capitán del barco perico vaya a ser benévolo. La salida del futbolista mallorquín del Espanyol no fue recibida de la mejor manera por los aficionados y en las redes sociales se acumularon los insultos y críticas al que en su momento era el líder de un navío que había naufragado hacia Segunda División.

Sin embargo, el futbolista reconoció en una entrevista en Radio Marca que tiene muchas ganas de que llegue el partido ante su exequipo. «Cuando salió el calendario fue el primer partido de la temporada que miré. Lo tengo con muchas ganas de ver a la gente, de volver a reencontrarme con compañeros, y con muchas ganas de ese partido, será muy especial. Emotivo por ver a muchos amigos pero queda mucho y hay que llegar de la mejor manera a ese partido», mencionó al principio del curso.

En el conjunto perico, Darder era capitán general. Canterano del club catalán tras llegar en 2007 -apenas tenía trece años- después de formarse en el Arta y el Manacor, Sergi llegó a disputar 245 partidos con el Espanyol con unas cifras notables: 25 goles y 25 asistencias.

La crónica de un traspaso complejo y remoto, que parecía imposible a dos semanas de empezar la competición la pasada campaña, estuvo plagada de negociaciones y nervios. La voluntad del jugador de salir de Barcelona y regresar a su tierra, sumado al esfuerzo económico realizado por el club balear, propiciaron su fichaje por el Mallorca.

El club balear desembolsó 10 millones de euros (8 más otros dos en variables) para hacerse con los servicios del artanenc, que jamás había vestido la camiseta bermellona. Incluso tuvo la opción de recalar en el FC Barcelona, pero estudió todos los inconvenientes que conllevaba firmar por el eterno rival. De hecho, habló directamente con Xavi Hernández, pero terminó declinando la oferta y Pablo Ortells comenzó a frotarse las manos.

Con su fichaje se cerraba un culebrón que duró más de un mes y situaba a Darder como una de las franquicias del proyecto. Sin embargo, el sistema de Javier Aguirre, en el que nunca se encontró cómodo, y su propia irregularidad firmaron un año amargo que se endulzó en el tramo final. El gol de penalti en Anoeta, que clasificó al Mallorca para la final de la Copa del Rey, y los goles ante Osasuna y Almería que allanaron la salvación, maquillaron una temporada discreta del centrocampista.

En este inicio de curso, las sensaciones han cambiado. La llegada de Jagoba Arrasate al Mallorca y su nuevo estilo más ofensivo le han dotado de protagonismo en la medular. Ante el Espanyol, tendrá la oportunidad de resarcirse en su antigua casa, en la que todavía conserva muchos amigos.