Jagoba Arrasate, entrenador del Real Mallorca, observa a sus jugadores en Cornellà. | Carlos Gil-Roig

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Jagoba Arrasate ofrecía este sábado su rueda de prensa más complicada como entrenador del Real Mallorca. El técnico vasco se mostraba muy descontento con la imagen que había mostrado su equipo contra el Espanyol durante más de una hora y subrayaba todo esos errores que atajaban de golpe el buen momento de juego y resultados del que disfrutaba el cuadro bermellón hasta su llegada al RCDE Stadium.

«Ha habido dos partidos por nuestra parte, uno hasta los cambios y otro después», reconocía Arrasate ante los micrófonos de LaLiga. «Ellos han sido superiores y luego hemos tenido mas energía y más ritmo y hemos estado a punto de lograr empate. Pero solo con un buen tercio de partido no nos da para empatar en Primera División», deslizaba.

«Si hago cuatro cambios es porque no me gusta lo que veo», apuntaba Jagoba sobre las sustituciones que habían modificado el aspecto del encuentro. «Hemos tenido mucha posesión estéril, con una circulación lenta y previsible. A partir del minuto 60 hemos tenido más determinación, pero solo hemos podido hacerlo en la ultima media hora. Tenemos que aprender de estas cosas y recuperar fuerzas durante este parón. Nos hará ser mejor equipo. Debemos mantener el equilibrio en la derrota y en la victoria y, sobre todo, saber por qué hemos perdido», señalaba el de Berriatua.

Ya en la sala de prensa del RCDE Stadium, Arrasate insistía en sus argumentos. «Es una pena porque la afición nos ha ayudado muchísimo y ha estado bastante mejor que nosotros, que veníamos de una buena dinámica pero hoy no hemos estado nada bien. No creo que nos haya faltado humildad, pero a veces es difícil dar una explicación futbolística. El Espanyol nos ha apretado muy bien. Estábamos muy expuestos y durante una hora les hemos dado de comer. Teníamos la esperanza de que de en el descanso, con lo que habíamos hablado, cambiaran las cosas, pero el 2-0 nos lo ha puesto muy complicado. Los cambios nos han dado muchas cosas pero hasta entonces estábamos jugando fatal», concluía.