Antonio Raíllo, capitán del Real Mallorca, se lleva las manos a la cara durante el partido de este sábado contra el Espanyol. | Enric Fontcuberta

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El Real Mallorca se va de parón con una extraña sensación en el cuerpo. La derrota en Cornellà, que no empaña el dulce comienzo de temporada del equipo, sí escuece por la manera en la que se produjo y deja a los de Jagoba Arrasate a las puertas de esa cuarta victoria seguida fuera de Son Moix que hubiera igualado otros registros históricos, como los de las temporadas 2002-03, 2003-04 y 2007-08 con Gregorio Manzano y Luis Aragonés en el banquillo.

El conjunto balear, ahora con la agenda despejada de compromisos hasta el próximo domingo 20 de octubre —visita Son Moix el Rayo Vallecano, 14.00 horas—, volvía a resbalarse fuera de su estadio 42 días después y era incapaz de seguir tirando de un hilo con el que se había llevado por delante a Leganés, Betis y Valladolid. Además, reparaba las peores averías de un Espanyol metido en problemas al que después de tres derrotas en cadena ya le llegaba el barro hasta las rodillas.

Lo que si estiró el Mallorca fue su pobre dinámica en los partidos que afronta como visitante contra el Espanyol. Contabilizado ya el duelo de este sábado, solo ha ganado en una de sus últimas 17 visitas a territorio perico y ha perdido en las últimas seis que ha hecho como equipo de Primera División. Y en Cornellà, concretamente, solo ha vencido una vez y hace ya más de 13 años (marzo de 2011).

El Mallorca afrontaba el duelo contra el Espanyol con más de seiscientas gargantas apoyando desde las gradas. Los aficionados bermellones, que habían agotado muy pronto las localidades que el conjunto catalán reserva siempre a la hinchada visitante, se habían desplazado en su mayoría desde primera hora de la mañana y, pese a su esfuerzo, se quedaban con las ganas de presenciar una nueva victoria. Futbolistas y cuerpo técnico agradecían después del partido el calor recibido desde las gradas y se disculpaban por una derrota que interrumpe la marcha triunfal que seguían los de Jagoba Arrasate.